Los retos de un cuarentón arriba de una bicicleta, sin experiencia y en L.A.
Cuando me bajé de mi primer recorrido de 21 millas en bicicleta, mis piernas parecían dormidas, me dolían las asentaderas, no podía enderezar la espalda y no pude caminar bien hasta un día después. Fue una experiencia que no tuvo nada de religiosa, pero que me hizo recordar algunos pasajes [continue reading]