La voz del pasajero: ¿Cómo te afecta el aumento al precio de la gasolina?

Marta Ruiz vive en Cudahy  y trabaja en una joyería en el centro de Los Ángeles. Ella dijo que anteriormente viajaba en auto, pero debido a los precios de la gasolina, ahora deja su auto el estacionamiento de la estación Florence y viaja en la línea Azul hasta su trabajo.  Ruiz dijo que anteriormente gastaba 60 dólares a la semana en llenar su tanque de gasolina, pero ahora sólo gasta 15 dólares en el transporte público, con lo que ahorra 45 dólares a la semana, dinero que usa para comprar el mandado.

Raphael Buenaventura vive en Van Nuys y trabaja  como asistente de enfermero en una clínica al sur de Los Ángeles. El joven de 19 años viaja diariamente  en Metro para llegar a su empleo.  “El pase me cuesta 14 dólares al mes, pero antes me gastaba $20 a la semana en gasolina”, indicó Buenaventura, quien se mostró satisfecho en cuestión de la limpieza, la seguridad y el tiempo de espera de los trenes.

“A veces hasta me duermo”, indicó el joven.

Carmen Hernández, madre de dos hijos y residente del sur de Los Ángeles, indicó que ella utiliza el metro constantemente, no para trabajar, pero si para visitar a su familia y hacer mandados y sólo gasta $3 dólares con el pase del día. Además, trabaja en Huntington Park y toma dos autobuses diariamente, pero de igual manera, en cuatro días gasta sólo $12 comparado con los $40 dólares que gastaba anteriormente en su auto. “Además, camina uno y hace ejercicio. Creo que por todos lados ganamos”.



La voz del pasajeroChris Barause es psicoterapeuta  y vive en San Fernando, pero trabaja en el sur de Los Ángeles. El profesionista de 48 años indicó que utiliza la línea Roja, la azul y un autobús para llegar a su empleo, gastando únicamente $6 dólares diarios, comparado con los $80 dólares que solía gastar a la semana. “Me estoy ahorrando 50 dólares a la semana, o sea $200 al mes”, enfatizó.  Lo único que pidió es expandir el estacionamiento de North Hollywood ya que luego no encuentra estacionamiento para dejar su auto y subirse al metro.


Mona Wilcox de 18 años y estudiante de preparatoria indicó que no tiene problemas con el transporte porque siempre llega a tiempo, está limpio y se siente segura.  “Mi mamá es la que está ahorrando dinero porque antes gastaba hasta 20 dólares a la semana en llevarme y traerme, pero ahora sólo me compra mi pase mensual y me da al bendición. Wilcox toma la línea Azul y el autobús que corre de este a oeste en Florence.


Vincen Luevano ni estudia ni trabaja y lo único que le preocupa es llegar a tiempo a un parque de patinaje cerca de las calles  Vermont y Wilshire  para practicar con su patineta.  “Si utilizo el auto de mi papá, todo el dinero que me dan es para gasolina, mejor viajo en Metro y me queda para comprar comida u otras cosas que yo quiera”, expresó el joven de 18 años, quién dijo ya haberse graduado de High School, pero por lo pronto estaba tomando su tiempo para decidir si seguiría la escuela o no.