Ronald Llanos y las vistas efímeras en la estación Expo/Western

Para nadie es un secreto que la vida profesional de casi todos  los pintores está llena de incertidumbre. Pero, en opinión de Ronald Llanos, es una carrera con riesgos que vale la pena correr porque ofrece también muchas compensaciones.

Llanos habla por experiencia propia. Su talento y dedicación al arte han sido reconocidos por muchos conocedores en este campo y recientemente por el panel de selección de Metro que lo eligió como ganador para diseñar el arte de la estación Expo/Western de la Línea Expo.

“Me siento realmente feliz de haber ganado, es algo muy especial para mí”, dice Llanos, quien vive y trabaja en la ciudad de Pasadena. Explica que su obra consiste en 16 imágenes originales, pintadas en acuarela y tinta negra, que serán transformadas en  24 mosaicos de cerámica porque varias de ellas se repetirán.

Las imágenes de estilo realista-costumbrista retratan la vida alrededor de la estación Expo/Western, ubicada en la esquina de la avenida con ese mismo nombre y el bulevar Exposition. “Titulé la serie de cuadros “Vistas efímeras, ensayo visual” porque lo que traté de hacer es reflejar cómo vive la gente en esa zona, quiénes son, a qué se dedican. No todo es exactamente igual a la realidad, pero sí hay mucho de ella en mis pinturas”, precisa.

Las escenas que pintó Llanos presentan la diversidad cultural de Los Ángeles y, al mismo tiempo, su carácter único y cosmopolita. En una de ellas, por ejemplo, aparecen dos mujeres latinas caminando de manera despreocupada mientras al fondo se observan varios pequeños negocios, entre ellos uno que dice: “panadería”. En otro cuadro aparece un grupo de jovencitas afroamericanas platicando entre sí. Todas están de pie, excepto una que se ve sentada en una silla mientras otra le hace unas trenzas.

Son, asegura Llanos, escenas cotidianas que en realidad él vio durante los múltiples recorridos que hizo por la zona para llevar a cabo su trabajo. Durante estos “viajes de observación”, el pintor cuenta que tomó muchas fotografías e hizo apuntes a lápiz. Posteriormente, eligió los que más  le habían llamado la atención y empezó a elaborar los cuadros.

Apunta que se sintió atraído hacia la pintura desde muy jovencito porque era la materia que más se le facilitaba. “Mi vida es el arte, trabajo en esto todos los días y es lo que me apasiona ser, no me imagino haciendo otra cosa”, asegura.

Llanos  nació en Huntington Park y sus padres son inmigrantes de Perú. Cuando creció se mudó a Pasadena, donde se graduó del  Centro de Arte de Pasadena, donde actualmente da clases.

Precisa que uno de los pintores que más respeta es el estadounidense John Sloan, quien vivió en Nueva York a principios del siglo pasado y recreaba escenas de esa ciudad. “Cuando veo sus imágenes me intrigan porque son una mezcla de una fotografía combinada con la percepción personal del artista”, dice.

Otro pintor cuyo trabajo admira es el francés Honore Daumier, quien vivió en París en el siglo XIX. “Él trabajaba mucho al óleo y con lápiz y pluma y me gustan mucho sus imágenes porque no solamente reflejan la vida del París de ese entonces sino que son una crítica social a las desigualdades”, precisa.

Llanos manifiesta que se siente muy satisfecho con lo que ha alcanzado hasta ahora en el campo profesional pero que está consciente que, para evolucionar, necesita renovarse. “Los artistas no podemos conformarnos con lo que hemos logrado, tenemos que retarnos a nosotros mismos para seguir avanzando, explorar nuevas técnicas, nuevos conceptos. Por eso me gusta mucho Pablo Picasso porque tuvo muchas facetas a lo largo de su vida. Para mí ese es ahora el reto, renovarme, pero sin perder mi esencia”, subraya.