Si algo le llena de satisfacción a Héctor Guerrero es aprender y compartir sus conocimientos con los demás.
“Me encanta enseñar a las personas, guiarlas para que logren sus objetivos y ver cómo se superan”, dice Héctor, quien actualmente desempeña en Metro el trabajo de sus sueños pues es director de Entrenamiento de Operadores de Autobuses.
Con visible entusiasmo, Guerrero cuenta que las clases que imparte a los interesados en convertirse en conductores constan de seis semanas. “Las primeras cuatro son una mezcla de teoría y práctica y las toman en las instalaciones de Metro. Se les enseña desde lo básico, pues muchos de los estudiantes nunca han manejado un autobús hasta cómo deben tratar a los pasajeros y todos los conocimientos necesarios para que pasen el examen del DMV y les den su licencia”.
Las otras dos semanas los estudiantes trabajan en un autobús con un conductor ya experimentado, dice Guerrero.En caso de que no pasen el examen académico, se les da otra oportunidad para que vuelvan a tomarlo. Pero si fallan el examen práctico se hace una evaluación muy cuidadosa para ver en qué falló el alumno pues es posible que no tenga las destrezas necesarias para ser conductores. “Y aquí no podemos dar segundas oportunidades porque está en juego la seguridad de los pasajeros”, comenta.
Héctor entró a trabajar hace 25 años a Metro como chofer de autobuses de medio tiempo. Después le dieron tiempo completo, de ahí pasó a ser supervisor y posteriormente manager, tanto de autobuses como de trenes.
“Esta compañía ha sido muy buena conmigo pues me ha dado grandes oportunidades de ascender y por ello estoy muy agradecido. A mis estudiantes les digo que se preparen y estén listos porque, si se superan, pronto podrán estar en mi lugar y seguir escalando”, dice.
Guerrero ha pasado gran parte de su vida dedicado a su preparación académica. Primero estudió Psicología en el Occidental College, después entró a un programa de Executive Masters y Liderazgo en USC y finalmente cursó Negocios y Administración en la Universidad de Phoenix.
“No me gusta conformarme, siempre estoy en búsqueda de otras oportunidades, de cosas nuevas por aprender y de desafiarme a mí mismo”, subraya.
En los 25 años que tiene de haber ingresado a Metro, Guerrero dice que lo más importante que ha aprendido es que la prioridad número uno siempre debe ser la gente.
“Lo que hace a una compañía no son las máquinas sino las personas. Yo he aprendido a valorar a mis compañeros, a aprender de ellos, a trabajar en equipo y también a no perder de vista que la meta más importante es darle un buen servicio a los pasajeros”, subraya.
Guerrero nació en la ciudad de Aguachapán, en El Salvador, pero llegó a Estados Unidos cuando solo tenía cinco años. “Mi papá decidió emigrar para darnos una mejor vida a mis hermanos y a mí y lo logró pues gracias a eso todos hemos salido adelante en este país”, dice.
En el poco tiempo que le queda libre, Héctor dice que le gusta jugar al golf y pasear con su esposa. Cuando se retire, dice que le gustaría dedicarse a enseñar a otros cómo superarse y tener éxito en este país.
Pero como su jubilación aún está lejana, tiene en mente muchas otras metas. “Algún día”, dice con una sonrisa, me gustaría llegar a ser el CEO de Metro”.
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