Martha Butler, la importancia de planificar el transporte desde la visión del pasajero

Martha Butler. (Foto José Ubaldo/El Pasajero).

Martha Butler. (Foto José Ubaldo/El Pasajero).

Cuando era muy jovencita, a Martha Butler le atemorizaba Los Ángeles. Acostumbrada a la tranquilidad del Valle de San Gabriel, donde nació y creció, le parecía que la vida agitada y el tráfico del centro de Los Ángeles no eran para ella. Por eso, cuando le ofrecieron un trabajo en Metro estuvo a punto de rechazarlo.

“Me habían aceptado para trabajar como telefonista dando información al público. El salario y las prestaciones estaban muy bien, pero yo no quería trabajar en el centro, me daba miedo. Estaba muy indecisa, hasta que finalmente mi mamá me convenció de que tomara el puesto por las oportunidades que iba a tener aquí. Por fortuna, le hice caso”, recuerda Martha, al tiempo que exhala un profundo suspiro.

Han pasado más de 26 años y Martha se alegra de haber seguido el consejo de su mamá. “Ella tenía razón, Metro me ha dado la oportunidad de crecer profesionalmente y de darle a mis dos hijos todo lo necesario porque los he sacado adelante prácticamente yo sola”, asegura Martha, quien ocupa actualmente el cargo de gerente de Planificación de Transporte.

En este puesto, según explica, está a cargo de supervisar los proyectos de transporte regional de Metro de acuerdo con la planificación que se hizo Recientemente, por ejemplo, estuvo a cargo de que se completara el trabajo ambiental para el Proyecto de Autobús Rápido en la Wilshire, que es una de las avenidas con mayor congestionamiento de tráfico en Los Ángeles.

Otro aspecto de su trabajo incluye la obtención de fondos para financiar los proyectos como la compra de autobuses, la creación de nuevos centros de transporte y el mejoramiento de paradas de autobús donde haga falta.

Martha dice que le gusta mucho su trabajo por la satisfacción que le da participar en el mejoramiento del transporte de Los Ángeles. Pero agrega que nunca pensó que se dedicaría a esta rama. “Es curioso, pero yo estudié Negocios y Mercadotecnia en Cal State Long Beach, algo que no tiene nada que ver con lo que hago ahora”, dice riendo.

Aunque no estudió una carrera relacionada con el transporte, Martha dice que ha logrado avanzar en Metro gracias a los primeros trabajos que tuvo en la agencia. “El hecho de haber entrado como telefonista para dar información al público me ayudó a aprender todo lo relacionado con el servicio de transporte en Los Ángeles, las rutas, los horarios de los autobuses, etc”.

De ahí, Martha pasó a trabajar al área de Relaciones con los Usuarios (Customer Relations), donde también aprendió mucho. “A pesar de que me la pasaba recibiendo quejas, esto me ayudó a entender la perspectiva de los pasajeros, a saber qué es lo que esperan de Metro, qué les gusta del servicio y qué les preocupa, lo cual es muy importante a la hora de planificar”, explica.

Martha proviene de una familia grande y muy conservadora que se estableció en Glendora. “Tengo cuatro hermanos y dos hermanas. Mi papá trabajaba en el Servicio Forestal y mi mamá tenía un negocio de declaración de impuestos. Para mis padres lo más importante era nuestra educación, así que cuando éramos niños ellos se esforzaron por mandarnos a una escuela privada católica”, recuerda.

Aunque sus abuelos tanto paternos como maternos nacieron en México, dice que en su casa su mamá nunca quiso que aprendieran español. “Ella nos decía que, cuando era niña sus padres solamente le hablaban en español y, cuando entró a la escuela, sufrió mucho por el idioma, la humillaban y menospreciaban por no hablar inglés, así que no quiso que nos pasara lo mismo”.

Antes de entrar a Metro, Martha se casó y tuvo dos hijos, que hoy tienen 30 y 26 años. Ambos son solteros, viven con ella y trabajan. Su hija, que es la mayor, es maestra sustituta y su hijo trabaja en una bodega. En sus ratos libres, además de pasar tiempo con su familia, dice que disfruta mucho de la jardinería y de decorar su casa.

Como madre, subraya que su mayor aspiración es que sus hijos sean felices y que ella pueda servirles de ejemplo. Como empleada de Metro, su sueño es obtener más promociones en su carrera, seguir dando lo mejor de sí misma y trabajar aquí hasta su retiro.