Los pasajeros que aborden la estación La Brea, que forma parte de la nueva Línea Expo, pronto podrán disfrutar de “La Lotería”, de José Lozano, un artista que se caracteriza por su modestia y fino sentido del humor.
“Gané el concurso de pura chiripada”, confiesa entre risas Lozano, acerca de cómo fue que eligieron su propuesta, basada en el popular juego mexicano de la lotería, para que formara parte de las obras que adornarán las estaciones de esa línea.
“Originalmente la lotería tiene 54 cartas, pero yo hice solamente 44. Todas están basadas en fotografías que tomé de la gente que utiliza Metro, donde me encontré de todo: desde niños hasta ancianos, jóvenes, estudiantes, trabajadores, turistas, latinos, afroamericanos, europeos, etc.”, explica.
Al igual que en la lotería original, cada una de las cartas tiene su nombre, pero en spanglish: “Las students”, que muestra a dos colegialas; “Las cap”, donde se ve a un grupo de pasajeros con cachuchas; “El embrace”, que presenta a una pareja abrazándose.
El estilo visual de las cartas elaboradas por Lozano semeja al de los libros de caricaturas pintados con tinta negra y acuarela, que es la misma técnica utilizada para hacer las imágenes de la lotería original.
El pintor nació en Los Ángeles y vivió sus primeros años en el centro de la ciudad, en el área que hoy se conoce como Skid Row. “En esa época, allá por la década de los 50”, relata, “esa zona era bonita. Mi papá trabajaba en un restaurante como saxofonista. Pero se divorció de mi mamá y ella nos llevó entonces, a mis tres hermanos y a mí, a Ciudad Juárez, de donde era ella”.
La vida en México fue para Lozano un episodio inolvidable. “Me gustó mucho vivir allá. Recuerdo que un día fuimos a una boda y me llamó mucho la atención la novia porque era muy bonita, pero también muy arrogante. Lo curioso fue que, para vengarse de ella por su forma de ser, alguien le puso laxante al pastel de bodas y todos los invitados nos enfermamos”, cuenta Lozano con una sonrisa traviesa.
Basado en esa vivencia, el artista escribió e ilustró un libro llamado “A Wedding Tale”. Lozano es autor también de un libro infantil bilingüe que tituló “Una vuelta a la manzana” y que relata las aventuras de un grupo de niños latinos en Estados Unidos.
Gran parte de la obra de Lozano está basada en su experiencia de haber vivido en México y en la angustia que hoy le provocan las noticias sobre la violencia generada por el narcotráfico, así como en la falta de soluciones, sobre todo para los indocumentados. Una de sus pinturas lleva por nombre “El Mictlán”, palabra en náhuatl que significa “laberinto”. La obra muestra a un grupo de personas en Ciudad Juárez que rodea a un jovencito que está por cruzar la frontera hacia el norte. Una de ellas le pregunta al muchacho: “¿Para qué te vas chavo? Allá te van a cortar el alma, acá nomás la cabeza”.
Lozano explica que toda su obra está impregnada de crítica social, pero muy sutil y a menudo salpicada de humor negro.
De acuerdo con el artista, quien estudió arte en la Universidad Estatal de California en Fullerton, (Cal State Fullerton) sus principales influencias son Max Beckman, Luciane Freud y Frida Kahlo.
Pese a que no le falta el trabajo, confiesa que es difícil mantenerse del arte. “Para completar mis gastos, trabajo de asistente de maestro en una escuela primaria”.
Su máximo sueño, dice, sería poder dedicarse plenamente a la pintura y regresar algún día a México. “Cuando salí de allá, tenía sólo siete años, pero me acuerdo que dije: México, nunca te voy a olvidar y así ha sido”, asegura.
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