Mucha gente podría pensar que Stephanie Kaping es de origen latino no sólo porque habla perfectamente el español sino porque es una gran conocedora de la cultura mexicana.
“Me encanta la música romántica, como la de Los Bukis y también las rancheras, sobre todo las de Vicente Fernández”, dice entre risas Stephanie, una mujer con espíritu alegre y jovial que nació en Los Ángeles y cuyos padres son nativoamericanos y originarios de Arizona.
“Mi madre es hopi y mi papá es de la tribu maricopa”, precisa Stephanie, quien agrega que su conocimiento del español y de la cultura mexicana lo debe a que ha viajado mucho a ese país y a que su pareja es del estado de Guanajuato.
Stephanie trabaja como analista de administración en el Departamento de Empleados y Relaciones Laborales de Metro, desde agosto de 2010. “Trabajo directamente para el manager general y me encargo de todo lo que tiene que ver con el presupuesto y con los contratos de los trabajadores. Es un poco complicado porque hay muchas cláusulas y en Metro hay cinco sindicatos y cada uno es diferente”, explica.
Sin pensarlo mucho, asegura que lo que más le gusta de su trabajo es la interacción con la gente y el reto de tener que aprender algo nuevo cada día. “Soy una persona muy sociable y disfruto mucho el poder ayudar a los demás en todo lo que puedo”, manifiesta y añade que el hecho de hablar español ha sido de gran ayuda para llevar a cabo sus labores.
Para Stephanie, entrar a trabajar en Metro fue un proceso natural, puesto que su mamá tiene 30 años de trabajar aquí. “Ella fue la que me aconsejó que solicitara empleo aquí porque es un lugar muy bueno para trabajar”, confiesa.
“Entré por primera vez a Metro en diciembre de 1998 como empleada de oficina y luego me promovieron a secretaria, pero decidí renunciar porque en ese entonces tenía a mis hijas muy pequeñas y me necesitaban en la casa”, dice.
Al cabo de unos años, Stephanie decidió regresar porque sus dos hijas mayores ya habían crecido y necesitaba trabajar. “Quería desarrollarme fuera de mi casa y pensé que lo mejor era volver a Metro porque ya conocía aquí a mucha gente y me había gustado el ambiente laboral porque hay muchas oportunidades de crecer y aprender”, dice.
Justamente para aprovechar esas oportunidades, decidió entrar a estudiar administración pública en San Antonio Mount College. “Me gustaría mucho llegar a tener un puesto de más importancia, pero sé que tengo que prepararme más y seguir aprendiendo. No me interesa terminar rápido la carrera sino tener una buena base académica, aunque me tarde más”, subraya Stephanie.
Cuando no está dedicada al trabajo o al estudio, Stephanie se la pasa con su familia, que considera su mayor tesoro. Tiene cuatro hijos y cinco nietos. “Siempre estoy ocupada con ellos, cuando no voy a una práctica de futbol de mi hija, voy con el más pequeño de mis hijos al parque o a la escuela”, aclara.
Pese a que su tiempo libre es sumamente escaso, dice que le interesan las causas sociales, sobre todo las que tienen que ver con los pequeños. “Uno de los problemas que más me preocupa es el de la violencia intrafamiliar porque causa mucho dolor y afecta a muchos niños. Por eso me he dedicado a trabajar como voluntaria para combatir este problema, no es justo que ningún niño sufra por esta razón”, dice con la satisfacción que da el saber que se lucha para hacer una diferencia en la vida de los demás.
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