El famoso sándwich #19, que le ha dado fama mundial a Langer's. (Foto María Luisa Arredondo/El Pasajero).

En junio de 1947, con muchos sacrificios el joven Albert Langer, un hijo de inmigrantes rusos a quien le apasionaba la cocina, abrió un pequeño local con capacidad para 12 personas en la esquina de las calles Alvarado y Séptima, frente al emblemático Parque MacArthur, cuya especialidad eran los sándwiches de pastrami, elaborados a partir de una receta original.

Hoy, gracias a la perseverancia de su dueño original y a la deliciosa receta para elaborar esos sándwiches que muchos catalogan como los mejores del mundo, Langer’s cumplirá 65 años convertido en un prestigioso restaurante con capacidad para más de 160 personas que es un punto de referencia obligado cuando se visita el centro de Los Ángeles.

Para festejar sus 65 años de vida, el Langer’s tendrá una gran celebración los días 15 y 16 de junio. Durante esos dos días los propietarios del lugar, descendientes de Albert y Jean, regalarán a cualquier persona que encuentre asiento en el restaurante uno de los famosos sándwiches de pastrami, que en el menú se presentan con el número 19.

A toda hora el restaurante, que recuerda las cafeterías de los 60, está repleto.

Además, quienes viajen en Metro para llegar al Langer’s el sábado 16 de junio podrán participar en un sorteo que se hará cada hora para recibir un certificado de $100.

Para entrar al sorteo, sólo tendrán que encontrar un asiento en Langer’s el sábado y mostrar su pase válido de Metro o su boleto del día. Los sorteos empezarán a las 9 a.m. y continuarán todo el día hasta las 9 p.m. En total, se premiarán 13 personas.

Ensalada de pollo estilo chino.

Aunque en el Langer’s se sirve una gran cantidad de variados platillos, desde un apetitoso New York steak hasta salmón a la parrilla, hamburguesas y ensaladas de todo tipo, el restaurante debe su fama mundial a sus sándwiches calientes de pastrami.

El secreto se debe, según Jim Bunte, encargado de la Mercadotecnia y Publicidad del Langer’s, a que en la preparación de este emparedado se utilizan los más finos ingredientes. “Usamos la carne de res de mejor calidad en el mercado y ésta no es ahumada o curada, se cocina por tres horas al vapor a la temperatura apropiada para alcanzar una suavidad y un sabor que nadie ha podido igualar”, dice.

El pastrami se corta a mano, no con máquina.

Otro de los factores que contribuye al éxito de los sándwiches es que las rebanadas del pastrami se cortan a mano, no en máquina. El emparedado se sirve en un pan caliente de centeno con aderezo ruso de la casa, queso suizo y ensalada de col, una combinación que resulta un auténtico manjar por su acertada mezcla de sabores y texturas.

A cualquier hora, pero especialmente al mediodía, el Langer’s está repleto de clientes, que son tanto residentes del área como turistas o empleados. Bunte afirma que, además de la excelente comida y el servicio de primera, el restaurante ha podido mantenerse gracias a la apertura, en 1993, de la estación Westlake/MacArthur de la Línea Roja/Púrpura del Metro, que se encuentra a sólo unos pasos del local.

“Si no fuera por el Metro, que atrajo a cientos de trabajadores a comer aquí, el Langer’s simplemente no hubiera podido sobrevivir”, dice Bunte.

El fácil acceso al restaurante a través de autobuses de Metro y de la estación de tren Westlake/MacArthur ha contribuido a que tenga un alto número de clientes.

El restaurante ha sido testigo del cambio demográfico que ha experimentado Los Ángeles. Los primeros clientes y empleados del lugar eran en su mayoría judíos, después llegaron los afroamericanos y ahora los latinos. Durante la década de los 80 y los 90, el Langer’s tuvo que hacer ajustes en su horario de servicio para hacer frente al grave problema del crimen que se desató en el área del parque MacArthur. Por fortuna, como señala Bunte, esos tiempos han quedado atrás y hoy se respira un ambiente de mayor tranquilidad.

Trisha, nieta del fundador y una de las personas de la familia Langer que actualmente maneja el restaurante.

En 2007 el fundador Albert Langer falleció a los 94 años y el restaurante, que conserva la inconfundible atmósfera de las cafeterías de los 60, pasó a manos de su hijo Norm, quien desde entonces lo maneja junto con su esposa Jeannette y Trisha, una de sus hijas.

Más información:

Langer’s Deli
704 South Alvarado
Los Angeles, CA 90057

El Langer’s Deli estará abierto el viernes 15 de junio de las 8 a.m. a las 9 p.m. y el sábado 16 de junio, de las 6:30 a.m. a las 9 p.m.

Por Metro: a sólo unos pasos de la estación Westlake/MacArthur de la Línea Roja/Púrpura.