El trabajo detrás de la instalación de los nuevos asientos en los trenes BART

 

Por Melissa Jordan/BART

Toma fuerza y destreza quitar los viejos asientos de un tren BART e instalar nuevos. En el patio de mantenimiento de Richmond, donde se instala la mayoría de los nuevos asientos, hay un constante murmullo de sonidos mientras la gente trabaja.

Un montacargas deja caer una caja con nuevos asientos de vinilo de una plataforma donde se encuentra un vagón de tren con sus puertas abiertas. Un trabajador quita los viejos asientos, mientras otro limpia el vagón y otro coloca los nuevos asientos en su lugar. Afuera, otro trabajador coloca cuidadosamente un letrero donde se lee “Nuevos asientos a bordo”.

Estos nuevos asientos de vinilo son fáciles de limpiar y han resultado ser muy populares entre los pasajeros. Se ordenaron 300 y se han instalado ya 150 (de una flota total de 669). Carmen Williams, una de las trabajadoras, maneja un montacargas para transportar las cajas que contienen los nuevos asientos y también ayuda a instalar los asientos. Dice que disfruta viendo los resultados de su trabajo en la cara de los pasajeros. “Uso el tren para venir a trabajar. Es muy bonito ver cómo se iluminan los ojos de la gente cuando vienen y hacen comentarios de lo limpio que están [los asientos] y se sienten realmente contentos y yo me siento feliz también porque soy parte de eso”.

El trabajador Nicholas Kanowksi quita los viejos asientos e instala los nuevos. “Todos tienen un trabajo y yo pienso que trabajamos bien como un equipo. Estoy muy orgulloso de esto. Pienso que hace una diferencia para la gente. Los trenes huelen mejor, se ven más agradables. Es muy bueno darle a nuestros clientes lo que se merecen”. Aunque la mayoría de los nuevos asientos de vinilo se han hecho en Richmond, hay algunos que se fabrican en Hayward y otras ubicaciones. Mantener este tipo de trabajo en Estados Unidos es un beneficio para la comunidad. Una de las prioridades de BART es reemplazar eventualmente todos los asientos de sus trenes.

El contrato especifica que el 100% de los nuevos asientos se deben ensamblar en Estados Unidos, con al menos el 66% de partes hechas en el país. Lance Williams (quien no tiene relación con Carmen) es el líder de su cuadrilla de trabajadores. Creció en Richmond y su cara se ilumina cuando habla acerca de su trabajo en la comunidad local. “Esta es una de mis épocas de más orgullo en BART porque tengo una cuadrilla que trabaja de manera muy exitosa”, dijo Williams. “Esto hace que los pasajeros se sientan más cómodos y que puedan viajar en un tren más limpio”.

Williams recuerda la historia cuando habla acerca del legado de Richmond, conocido por sus astilleros, los cuales produjeron más barcos en tiempos de la II Guerra Mundial que cualquier otra ciudad en el país. En especial recuerda a las mujeres que colaboraron en este esfuerzo lo que dio lugar al origen del símbolo Rosie the Riveter. En su honor existe un parque cercano llamado justamente The Rosie the Riveter/World War II Home Front National Park.

Los trenes renovados tienen carteles adentro en los que se anima a los clientes a expresar sus comentarios por email a: seats@bart.gov; por mensaje de texto a “BART Seats” y por teléfono al 878787; o al 1-888-226-0242.

Hasta ahora se han recibido 1,500 comentarios sobre los asientos y el 90% son positivos. Ante la cercanía del Día del Trabajo, Williams dice que el esperaría que cuando los pasajeros de BART se sienten en los nuevos asientos piensen en los trabajadores que los hicieron e instalaron. “Esta cuadrilla nunca pierde de vista el hecho de que está trabajando para el público, para darles un viaje cómodo. Me gustaría que los reconocieran por eso”.