
Los autobuses “Atenea” son de color rosa y tienen letreros que especifican que sólo son para mujeres. Fotos: María Luisa Arredondo/El Pasajero.
Quienes lo han utilizado, afirman que se trata de un servicio de transporte cómodo, económico y, sobre todo, seguro. El único problema, coinciden, es que nunca se sabe a qué hora pasará.
Sentada en una banca de las múltiples paradas de autobuses que existen a lo largo del céntrico Paseo de la Reforma en la ciudad de México, Guadalupe Lucía Colín dice que, siempre que puede, se sube a los “Atenea”, como se conoce a los autobuses exclusivos para mujeres que circulan en algunas de las principales avenidas de esa metrópoli, a un costo de sólo 2 pesos (unos 15 centavos de dólar).
“Yo prefiero subirme a los Atenea porque sólo vamos mujeres. No permiten que se suban hombres, solamente niños o ancianos y eso hace una gran diferencia porque a muchos hombres les gusta pasarse de listos”, confiesa Colín, quien se dedica al comercio.
Sin embargo, puntualiza, este servicio de transporte pasa con muy poca frecuencia. “A veces lo tengo que esperar hasta más de una hora. Ahorita por ejemplo, ya llevo casi 50 minutos de estarlo esperando. Cuando llevo prisa, mejor me voy en otro autobús”, agrega.
Araceli Pérez, una joven empleada, afirma que ella casi nunca se ha subido a uno de los autobuses Atenea justamente porque se tardan mucho en pasar. “Yo la verdad no tengo tiempo de esperarlos. Pienso que es un buen servicio, sobre todo en las horas pico, que es cuando van muy llenos los autobuses y muchos hombres se dedican a manosear a las mujeres, pero deberían poner más autobuses, los que hay no son suficientes”.
El servicio, efectivamente, pasa con muy poca frecuencia entre las 6 de la mañana y las 9 de la noche, que es el horario establecido para que circule. Uno de los conductores de estos autobuses, que son de color rosa y que tienen al frente y a los costados la leyenda “Exclusivos para mujeres”, confiesa que no existen horarios fijos para este servicio debido a que hay muy pocas unidades. Y como ejemplo cita que, para la ruta que va de la Villa de Guadalupe hasta Santa Fe, sólo existen cinco autobuses para hacer el recorrido de ida y vuelta.
A veces, agrega, el servicio se demora más porque alguna unidad se descompone o porque se presentan otros problemas, como las marchas y manifestaciones que a menudo pasan por el Paseo de la Reforma e interrumpen el tráfico hasta por dos o tres horas.

Las marchas sobre Paseo de la Reforma bloquean el tráfico y causan que el servicio de los autobuses se demore más.
Las autoridades de la ciudad de México instituyeron el Programa Atenea el 14 de enero de 2008 a lo largo de 23 de las 91 rutas que recorre la Red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal para proteger a las mujeres del acoso de los hombres.
“Es una realidad triste que tengamos que tener un servicio de transporte segregado porque eso habla de la falta de educación y de valores que hay entre muchos hombres que no saben respetar a la mujer,” asegura Marisol Contreras, una joven universitaria que aborda con frecuencia el autobús Atenea.
Antonia Olvera y Celia Mera, dos amigas que también utilizan a menudo este servicio, indican que se sienten muy cómodas y seguras. “Cuando viajamos en autobuses en los que van hombres, el ambiente es más tenso. No sabes si te pueden ofender o incluso robar. Aquí, entre mujeres, vamos más a gusto”, aseguran con una gran sonrisa.
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