Por Steve Hymon
Encabezada por la supervisora Gloria Molina, la Junta de Metro tomó hoy varios minutos para reconocer al alcalde saliente de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, por impulsar una ambiciosa agenda de transporte durante los últimos ocho años.
“Mucho de lo que se ha logrado y de lo que se logrará en los próximos años es por su visión”, dijo el supervisor del condado de L.A., Zev Yaroslavsky. “Este es su legado, entre muchas otras cosas. A usted se le ha culpado por las cosas que han salido mal y se le debe también dar crédito por las que han salido bien”.
Yo pude haber tenido la visión para las cosas que se necesitaban, pero el detalle y el enfoque para hacerlas fue obra de mucha gente”, respondió Villaraigosa, quien agregó que estaba complacido de ver que la región empieza a cambiar de acuerdo a lo planeado.
“La gente va a vivir más cerca del transporte público, va a ir a trabajar, a comprar y divertirse a lo largo de los corredores de transporte”, dijo el alcalde. “Y pienso que ustedes verán eso en una forma que será transformadora”.
Dijo también que espera que las tarifas de Metro permanezcan bajas porque es la mejor forma de servir a quienes dependen del transporte público y de ayudar a motivar a otros a usarlo.
Mi opinión: durante su campaña para alcalde de 2005, Villaraigosa prometió llevar el subterráneo hasta la playa, lo que fue considerado escandaloso por algunos. El proyecto no tenía un solo centavo de financiamiento, muy poco apoyo político y hacía menos de siete años que los votantes habían aprobado una medida que rechazaba el uso de impuestos locales a las ventas para un subterráneo.
Villaraigosa removió uno por uno estos obstáculos. Presionó a Metro para que hiciera un nuevo estudio sobre seguridad en los túneles, usó el estudio para ayudar a convencer al congresista Henry Waxman de levantar una prohibición federal para financiar subterráneos y ayudó a encabezar el esfuerzo para que la Medida R financiara el subterráneo y muchos otros proyectos en el condado de Los Ángeles.
Como parte del trato, que era muy político, el alcalde ayudó a que el subterráneo se finaciara hasta Westwood y ha estado presionando para que un nuevo programa federal, America Fast Forward, acelere la construcción de los proyectos de la Medida R. Es posible que el subterráneo no llegue hasta el mar por ahora, pero habrá nueve millas adicionales de transporte público que atenderán el segundo centro de trabajo más grande en el condado de Los Ángeles. Se espera que la construcción del primer segmento de la Extensión de la Línea Púrpura empiece a principios del próximo año.
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