Los usuarios de  Union Station pueden haber notado un reciente cambio que entró en efecto el lunes: el área de asientos al frente de la terminal está disponible ahora sólo para pasajeros con boletos para Amtrak o Metrolink que van a abordar trenes en las dos horas siguientes.

El cambio se debió a que un creciente número de personas desamparadas usaban la terminal como albergue, en promedio 135 por noche. Esto, además, creó condiciones sanitarias desagradables para los pasajeros.

Metro recibió varias quejas y por eso decidió poner remedio a la situación, dijo  Ken Pratt, director de la Gerencia para Metro de la Propiedad de Union Station en Los Ángeles. Para abordar el problema ha habido reuniones con la organización  Los Angeles Homeless Services Authority que ha tratado de conectar a los desamparados con albergues y de ofrecerles oportunidades de vivienda, así como apoyo psicológico y médico.

Las nuevas reglas son parte de un programa piloto. Los guardias de seguridad estarán checando los boletos en el área de asientos. Éstos no están disponibles para los pasajeros de Metro porque el servicio de trenes y autobuses de esta agencia es frecuente, en comparación con el que ofrecen Amtrak y Metrolink.

El programa piloto comienza ahora que Metro está a punto de restaurar  Union Station, que se abrió en 1939. En las próximas semanas algunos asientos de la sala de espera se removerán para ser reacondicionados.

“Todo esto lleva a la pregunta de a quién sirve realmente Union Station,” dijo Pratt. “Nuestros clientes no podían usar ni siquiera el baño. Estamos tratando de hacer esto en dos frentes, no sólo cumpliendo la ley sino relacionándonos con  los desamparados del área de Union Station para darles los servicios que necesitan. Estamos tratando de resolver este problema de la forma correcta”.