¿Se debe creer en el furor por el transporte público en L.A.?

La Extensión de la Línea Expo a Santa Mónica no le ha dado el alivio esperado a Joe Mathews de Zócalo Public Square. Para él es todavía más rápido manejar desde su casa, cerca de la Línea Dorada en el Valle de San Gabriel hasta su trabajo en el centro de Santa Mónica. Aquí, la parte central de su artículo que, en nuestra opinión, es justa:

Me siento frustrado por la decepcionante ambición de California. Una y otra vez en este estado, desde nuestro famoso frugal gobernador hasta nuestros votantes temerosos a los impuestos, tendemos a escoger el camino más fácil y económico en lugar del mejor y el necesario. Para este eje vital este-oeste, Metro y los gobiernos locales no tenían que crear un tren ligero relativamente barato y ligero que se detiene en las luces del tráfico. Podían haber construido una línea apropiada de tren subterráneo que transportara efectivamente a las personas a través de distancias más largas. Eso le hubiera servido mejor a sus ciudades y hubiera atraído más pasajeros. (Hubo 12,000 abordajes en las siete nuevas estaciones de la Línea Expo el primer día —una cifra equivalente al número de personas que abordan el tren de Nueva York cada tres minutos). Pero eso hubiera costado mucho dinero, y hubiera sido casi imposible obtener el apoyo político y el financiamiento.

Algunos comentarios sobre el artículo:

  • La última oración da en el clavo. Cada proyecto del condado de L.A. requiere el apoyo de la Junta de Metro y usualmente esto significa extender los fondos disponibles a través de varios proyectos en diferentes partes del condado. La Junta de Metro decidió finalmente gastar unos $2,500 millones para construir toda la Línea Expo como tren ligero y $6,000 millones para la Extensión de la Línea Púrpura a Westwood. El Conector Regional — un tren ligero que recorrerá un túnel subterráneo de 1.9-millas costará $1,400 millones— está bajo construcción y enlazará las líneas Dorada, Azul y Expo en el centro de L.A.
  • Esta no es la primera vez que la velocidad de la Línea Expo se menciona en los medios. Es importante entender que, para bien o para mal, los estudios ambientales de estos proyectos nunca empiezan con la pregunta: “¿cómo llego del punto A al B en 25 minutos?”. En lugar de ello, la pregunta empieza con “¿cómo mejoramos el transporte en este corredor?”. Esto resulta en varias alternativas que se estudian y el personal de Metro hace recomendaciones basadas en varios factores, entre ellas el costo. La velocidad es sólo uno de esos factores.
  • Por lo que toca a la situación de los semáforos a lo largo de la Línea Expo, hemos comentado antes que éstos los controlan las ciudades. La mayor parte de Expo corre en la ciudad de L.A. y Metro trabaja con LADOT para coordinar los semáforos.
  • Creemos que la Línea Expo le servirá principalmente a quienes viven a lo largo del corredor de esta línea, que está densamente poblado. En cuanto a quienes recorren distancias largas, pensamos que la Extensión de la Línea Púrpura será más rápida. Los cálculos son que se puede ir del centro de LA a Westwood en 25 minutos.

Después de estos comentarios, ¿deben creer en el furor del transporte público? Creemos que eso depende de dónde vivan, cuál sea su trayecto, su acceso al auto y cuánto quieran gastar en términos de tiempo y dinero. No todos los proyectos sirven a todos los residentes del condado por igual, pero finalmente se está construyendo una red de transporte público que está mejorando y nos permite elegir.

¿Qué piensan?

Aquí, el enlace a la nota completa:

Don’t believe the L.A. transit hype (Zocalo Public Square)