Altos funcionarios de Brasil celebraron el pasado sábado la finalización de una nueva línea de tren subterráneo que tuvo un costo de $3 mil millones y será crucial para las Olimpiadas de Río de Janeiro.

La nueva Línea 4, considerada como el proyecto de infraestructura más importante ligado a las Olimpiadas, transportará a cientos de miles de atletas y turistas entre las icónicas playas de la ciudad y Barra da Tijuca, que es sede del Parque Olímpico y de la mayoría de las instalaciones deportivas.

Eduardo Paes, alcalde de la ciudad, dijo durante la ceremonia de inauguración del tren, que recorrerá diez millas, que el proyecto era un milagro, de acuerdo con una nota de AP, publicada en el diario USA Today.

Estas declaraciones son más que significativas puesto que la construcción del proyecto enfrentó numerosos problemas, entre ellos repetidas demoras para la inauguración debido a que los costos se duplicaron en comparación con el estimado original. Hace sólo dos meses todavía había preocupación por asegurar los fondos necesarios para la finalización.

En junio, los auditores y expertos también manifestaron sus inquietudes por el hecho de que los retrasos pudieran comprometer la seguridad del tren.

Pero finalmente el pasado sábado todos estos problemas parecen haber quedado atrás. “Rio mostrará al mundo todo lo que Brasil es capaz de alcanzar”, dijo el presidente Michel Temer.