Scott Frazier, de Investing Place, no es partidario de las intersecciones en forma de diamante propuestas como parte del proyecto para el Corredor de la 710 que ampliaría esa autopista entre el centro de Long Beach y la 60, entre otros cambios. Su argumento: piensa que la mejora en la velocidad del tráfico no justifica las intersecciones en forma de diamante que son riesgosas para los peatones o los ciclistas.

Cabe destacar que los cruces actuales en el Río L.A. y el segmento de la autopista 710 que está al lado son terribles tanto para los peatones como para los ciclistas en esa área de Long Beach. Nos dimos cuenta de ello la semana pasada al tratar de ver cómo alguien puede tomar la  Blue Line hasta Long Beach para la CicLAvia y cruzar el río y la autopista 710 para llegar a Wilmington y San Pedro.

El documento preliminar del impacto ambiental del proyecto para la  710 Sur se dio a conocer este verso pero no ha recibido mucha atención. Esto a pesar de que es un gran proyecto que involucra a una autopista con mucho tráfico, sobre todo de camiones de carga que provienen de los puertos, y que conecta a la segunda ciudad más grande del nuestro condado (Long Beach) con el resto del Sur de California. Más información sobre el proyecto aquí. 

Y aquí, el enlace a la nota completa:

Diverging Diamond Interchanges, Complete Streets and the 710 (Investing in Place)