La gran noticia es que las regulaciones piden que se limite el número de patinetas o scooters a 1,500 en la ciudad, aunque existen mecanismos para que esa cifra aumente. No hay que contener la respiración para esperar que Santa Mónica o cualquier otra ciudad cierre el número de otros vehículos populares, es decir, los autos.

Dicho esto, es difícil decir cómo estas reglas resolverán los problemas de  los que, con toda razón, se quejan los miembros de la comunidad: personas que dejan scooters en lugares que bloquean las aceras. Y personas que andan en estos vehículos en las aceras y ponen en riesgo a los peatones.

Santa Mónica al menos tiene una buena red de carriles para  bicicletas. Pero son la excepción en nuestra región, no la regla, lo que hace que surjan preguntas sobre qué tan bien caben las patinetas en otras ciudades.

Aquí, el enlace a la nota completa:

As scooters multiply, Santa Monica plans regulations to address community concerns(Curbed LA)