Diego Cardoso se considera un hombre afortunado porque la vida le ha permitido combinar sus tres grandes pasiones: la pintura, la fotografía y el desarrollo urbano.
Cardoso es funcionario ejecutivo de planificación y desarrollo del condado de Los Ángeles en Metro. A lo largo de su carrera ha participado en proyectos como las Líneas Roja y Dorada del Metro (Metro Red & Gold Lines).
Actualmente está a cargo del Conector Regional , un proyecto que conectará Pasadena con las Líneas Expo y Azul (Metro Blue Line). “El objetivo de este proyecto”, explica Cardoso, “es que los pasajeros no tengan que transbordar de un medio de transporte a otro”. Los trabajos de construcción comenzarán en 2013 y se espera que finalicen en 2019.
Otro proyecto que dirige y del que también se siente muy orgulloso es el de la planificación de obras para promover el uso de la bicicleta en Los Ángeles.
Cardoso, quien nació en Cuenca, Ecuador, relata que se sintió atraído por la arquitectura desde que era muy joven. Emigró a Estados Unidos en 1969, cuando sólo tenía 17 años. Terminó el último año de la preparatoria en la escuela Roosevelt y después se inscribió en UCLA para estudiar arquitectura. Posteriormente se fue a Estocolmo y a París, ciudades donde se especializó en el estudio de métodos de investigación social. Su fascinación por los edificios y el entorno urbano lo llevó a la fotografía y poco después a la pintura.
“Mi trabajo artístico está fuertemente influenciado por las fotografías que he tomado de paisajes urbanos”, dice Cardoso, rodeado de docenas de pinturas llenas de colorido en el estudio que tiene en la planta baja de un antiguo edificio en el centro de Los Ángeles.
Su obra es, fundamentalmente, una interpretación de la vida urbana angelina, de su calles, sus edificios, sus autopistas y medios de transporte. Pinta, sobre todo, el centro de la ciudad y sus alrededores, como Boyle Heights y el Este de Los Ángeles. Sus pinturas muestran los contrastes de esta urbe, desde lugares relativamente poco conocidos como una esquina de City Terrace, con sus pequeños comercios que recuerdan a muchos de América Latina, hasta la famosa calle Broadway, con las concentraciones masivas que tuvieron lugar en 2006, cuando más de un millón de personas marcharon para pedir la reforma migratoria.
Otras obras muestran sitios apacibles como Echo Park, con su lago rodeado de árboles y palmeras, hasta otros de intensa actividad como la calle Grand, con sus múltiples espacios culturales como el Disney Concert Hall.
La obra del pintor está llena de símbolos que tienen que ver casi siempre con el transporte. Uno de los más importantes son las camionetas de jardineros pintadas con los colores de la bandera mexicana, verde, blanco y rojo. Esto se debe, explica Cardoso, a que los jardineros de ese país juegan un papel central en la vida de Los Ángeles y a que él mismo de joven trabajó como jardinero.
El artista reconoce que pinta la realidad con toda su belleza, pero también sin esconder las desigualdades, las injusticias y contradicciones que son parte de ella. Y pone como ejemplo un cuadro en el que se muestra un carrito de supermercado abandonado en la vía pública. Cardoso apunta que, cuando llegó a Estados Unidos le llamaron poderosamente la atención estos carritos porque en su país nunca los había visto. “En esa época en mi ciudad no había supermercados, así que cuando los ví por primera vez me impresionaron. En ese sentido, esos carritos son un símbolo de prosperidad. Pero si uno los ve en la calle abandonados, son todo lo contrario, reflejan pobreza. Significan que alguien, probablemente sin casa, los tomó para poner ahí sus pocas pertenencias”, dice.
Además de la fotografía, Cardoso revela que su trabajo está fuertemente influenciado por las pinturas de paisajes urbanos de Edward Hooper, así como por el color y la textura de Vicent Van Gogh y por la integración de la naturaleza y las escenas urbanas que se encuentra en la obra de Georgia O’ Keefe”.
En su opinión, su obra podría describirse como el equivalente al “realismo mágico” en la literatura. “Las imágenes que pinto están inspiradas en las descripciones literarias de Gabriel García Márquez”, asegura.
Casado y con dos hijos de 22 y 25 años, el artista dice que su máximo sueño es dedicarse de lleno a la pintura y publicar un libro con sus obras.
Por lo que toca a su trabajo como planificador urbano en Metro, su ambición es establecer nexos, ver cómo los programas en los que ha participado dan resultados, cómo la gente los usa y se beneficia de ellos y mejora su calidad de vida.
En los próximos 10 años Cardoso indica que visualiza a Los Ángeles como una ciudad más habitable gracias al impulso que se dará a los trenes y autobuses. “Seguirá el uso del automóvil, pero al mismo tiempo se incrementará el uso del transporte público, habrá un mayor equilibrio entre ambos”, dice convencido.
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