María Palomino Reynolds, siguiendo el ejemplo de su madre

Por Kim Upton

Es más que un par de enormes pasos entre ser pasante universitaria a ser Gerente de Operaciones de Transporte de la División 15 de Metro. Pero María Palomino Reynolds tuvo como modelo ejemplar a su mamá. Cuando Reynolds  estaba creciendo vio a sus padres trabajar arduamente: su papá, originario de Michoacán, en una compañía de verduras y legumbres y su mamá, nacida en el Este de Los Angeles, con varios trabajos –a veces al mismo tiempo –, mientras criaban a María, a su hermana y a su hermano. Era un trabajo físico, trabajo cansado.

“Mi madre siempre quería que yo la viera como un ejemplo de lo que no se debía hacer”, dijo Reynolds. “No quería que yo tuviera que trabajar tan duro como ella”.

Reynolds se trazó un plan.

“Desde mi primer año de preparatoria supe que quería asistir a USC. Trate de mantenerme enfocada. Sabia que quería una mejor vida y la única manera de tenerla era de obtener una buena educación”.

La falta de dinero se encontraba entre uno de sus retos. Para ganar algo durante su época en la preparatoria, Reynolds tomó un trabajo de medio tiempo en la Alcaldía de la ciudad de Bell Gardens, cerca de Commerce donde vivía. En cierto momento el administrador de la ciudad de Bell Gardens, Larry Kosmont le preguntó sobre las aspiraciones que se había forjado en su carrera, ella respondió, “Quiero ser administradora de la ciudad”. Fue una afortunada conversación ya que Kosmont era profesor adjunto en USC. Para él fue un placer ayudarla.

También le dijo al director de su escuela Bell Gardens High School, Earl D. Ody que su meta universitaria era de ingresar a USC. El le ayudo a hacer su solicitud de ingreso y también a solicitar becas. Por medio de becas, premios y subsidios, Reynolds recibió una educación completa sin tener que pagar y se graduó en USC y durante su último año solicitó entrar como pasante a Metro (en ese entonces RTD). A raíz de esa experiencia Lelia Bailey, entonces Directora de Transporte de RTD, le ofreció un empleo.

Reynolds fue la primera persona de su familia en graduarse de la Universidad. Posteriormente obtuvo una maestría en la Universidad Cal State Long Beach.

“Muchas personas me han ayudado”, dijo Reynolds. “He sido muy afortunada”.

Durante su permanencia en Metro, Reynolds ha trabajado en varios puestos manejando una amplia lista de responsabilidades desde personal hasta presupuestos y servicios de auditoria. “Todos estos años he estado en operaciones – han sido 24 años y medio – con excepción de un periodo de cómo seis meses. Y he trabajado en diferentes áreas. Lo que me preparo para mi puesto hoy en día”.

Como Gerente de Operaciones de Transporte de la División 15, la segunda división más grande de Metro, Reynolds esta a cargo de 265 autobuses, 24 líneas de autobuses y un equipo de 441 operadores de autobuses que trabajan tiempo completo y medio tiempo. La División 15 cubre el área este del Valle de San Fernando con algunas líneas que viajan a Glendale, Burbank y al centro de Los Angeles.

“Dirijo un gran grupo de gente que tienen como meta ofrecer un servicio seguro, responsable y confiable. Es un reto para mí y me permite usar toda mi experiencia. Soy maestra, mentora, consejera, líder y una administradora. Siempre surgen cosas inesperadas con tantos empleados. Es un reto constante”.

Reynolds dice que siempre trata arduamente de manejar su trabajo con humildad y compasión.

“No es tan difícil sonreír y reconocer a la gente por su buen desempeño… las pequeñas o las grandes victorias. Y es importante. Hacemos muchas cosas muy buenas y necesitamos darnos tiempo para reconocerlas”.

Para la apertura de la Línea Naranja de Metro en el año 2005, Reynolds era la Gerente de Operaciones de la División 8 –la cual alberga a la Línea Naranja del Metro y los autobuses que se conectan con ella. No solamente había que considerar la coordinación logística. Debido a una racha de accidentes durante los primeros meses fue necesario implementar novedosas medidas de seguridad, mientras los conductores se iban acostumbrando a que hubiera una nueva línea de autobuses cruzando su camino.

“Todos nos unimos para encontrar la manera de lograr que hubiera una mayor seguridad en la línea. Hicimos muchos cambios de diseño para ayudar a los conductores – señalamientos de recordatorio como “autobuses en camino, carriles especiales solamente para autobuses, luces intermitentes en el pavimento sobre los cruces con la Línea Naranja como en la avenida Woodman”.

Al hacer todo esto, el equipo creó un modelo que ha servido para aliviar posibles problemas en los segmentos al nivel de la calle en la Línea Dorada del Metro al Este de Los Angeles. El modelo se volvió transferible ya que los trenes como los autobuses de la Línea Naranja de Metro corren en un carril solo para autobuses, convirtiéndose en el primer tren sobre ruedas del condado de Los Angeles.

“Aun siento escalofríos cuando veo a la gente transbordar de la Línea Roja del Metro a la Línea Naranja de Metro. Soy afortunada por haber sido parte de este inicio. Cuando se llegue la hora de tener nietos, podré decir, ‘¡Vean esa línea! ¡Su abuela tuvo algo que ver con eso!”

Aunque parece más fácil dar merito a la gente que le ha ayudado, que el dárselo a si misma, María admite saber como trabajar arduamente.

“Desde el principio, sí se me pedía que hiciera algo, nunca decía ‘No’. Trato de explicarles a mis trabajadores. Nunca fue mi estilo escoger que hacer. Hice lo que tenia que hacer para lograr lo que se tenia que lograr”.

Como ejemplo y por convicción comparte ese mismo mensaje con sus hijos.

“Le digo a mis hijos que su trabajo es la escuela. Tengo a mi hijo de 17 años en un programa de pago por cumplimiento”, lo dice sonriendo. Su hijo mas joven recibe un estipendio y una evaluación dos veces por año. El pago se basa en el cumplimiento, tal como se hace en el mundo de trabajo.

Sus horas de trabajo pueden ser largas, pero su vida se buena, subraya.

“Gozo de grandes bendiciones. Tengo un muy buen esposo. Él no es solo el esposo al que amo. Me cae bien. Es inteligente. Es compasivo. Es gracioso. Después, cuando nuestros hijos hagan sus vidas, claramente puedo vernos sentados juntos en el sillón, viendo el juego de los Angels”.

En agosto, Reynolds cumplirá 20 años de casada. Ella y su esposo Rich tienen dos hijos Kyle de 17 años y Chris 13 años.

“Los dos son muchachos amables, muchachos con compasión. Ambos quieren ser veterinarios. Les digo, hagan eso y yo me encargaré de la oficina”.