¿Todos a bordo? ¡Vámonos!

Cortesía Biblioteca Universidad de Cornell

Así como en 1869 el ferrocarril revolucionó el transporte en Estados Unidos, logrando conectar la costa este con el oeste, en 1971 Amtrak salvó de la quiebra a un sistema ferroviario que parecía al borde del precipicio, y 40 años después vuelve a cambiar el rumbo de los estadounidenses convirtiéndose  en una opción para conectarlos a lo largo y ancho del país.

“El número de pasajeros se ha incrementado hasta en un 36% a partir del año 2000 y con los incrementos del precio de la gasolina, pensamos que seguiremos viendo un aumento de usuarios en forma ascendente”, expresó recientemente el presidente de la empresa, Joseph Boardman.

En el ciclo fiscal del 2009 al 2010, Amtrak dio la bienvenida a más de 28.7 millones de pasajeros, el número más grande de usuarios del tren en la historia de la compañía para da un total de 78 mil pasajeros promedio en más de 300 trenes por día.

Michel Sánchez fue una de esos pasajeros que prefiere el tren para viajar.  “Yo lo utilizo por lo menos dos veces por mes porque vengo a ver a mi familia a Los Ángeles”.

Sánchez vive en Fresno, pero subrayó que le encanta viajar en tren, no sólo por la tranquilidad que se vive, la limpieza y amabilidad de sus empleados sino porque “es mucho mejor que viajar en tren que en el Grayhound”, enfatizó.

De acuerdo a información de Amtrak, que significa en inglés, rieles americanos (American Tracks), la visión de sus líderes no se detiene en su actual éxito y para fortalecer su crecimiento ya se habla de tener en un futuro entretenimiento, películas y hasta oficinas para hombres de negocios, a bordo de los vagones.

Y para los que no estén seguros del crecimiento casi inminente de la empresa, actualmente la compañía de transporte se encuentra en el proceso de comprar una flotilla de 130 nuevos vagones al igual que 70 locomotoras, al mismo tiempo que propone un túnel de 7 millas en Filadelfia.

A 40 años de su nacimiento, Amtrak sirve a más de 500 destinos en 46 estados y tres provincias canadienses con más de 21,200 millas de rutas y 20 mil empleados. Es la única compañía en la nación que provee el servicio de tren a alta velocidad en zonas urbanas, alcanzando velocidades de 90 a 145 millas por hora.

Una multitud espera la llegada del presidente electo Woodrow Wilson para su toma de poder. Foto cortesía Library of Congress.

Historia

En Estados Unidos el desarrollo del ferrocarril se vio agilizado por el deseo de llegar al interior del país desde las ciudades de la costa este, fundadas por los primeros colonos británicos; además que vino a revolucionar el transporte generando un verdadero boom económico.

Con la llegada de la revolución industrial en Europa en 1830 se inaugura en Charleston, Carolina del Sur, el primer ferrocarril de vapor para pasajeros en Estados Unidos.

La idea de enlazar el este del país con la costa del Pacífico, se vio fomentada por los pioneros establecidos en la costa oeste, que decidieron a su vez iniciar la construcción del ferrocarril hacia el este, convirtiéndose la empresa de ambos tendidos en una carrera por conseguir el mayor número de kilómetros hasta el punto de encuentro.

En diciembre de 1865, diez mil obreros de la compañía ferroviaria Union Pacific salieron de Omaha, Nebraska al encuentro de doce mil trabajadores de la Central Pacific que partieron en enero de 1863 de Sacramento.

El encuentro tuvo lugar el 10 de mayo de 1869 en Promontory Point, Utah, con el último remache de oro que el presidente Grant clavó con esta oración: “Ojalá siga Dios manteniendo unido a nuestro país como este ferrocarril une los dos grandes océanos del globo”.

Esta celebración se llevó a cabo ya sin el presidente Lincoln, principal forjador de las líneas del tren, pero quien había sido asesinado cuatro años antes.

Con ello quedó establecido el primer ferrocarril transcontinental, que dio paso a otras líneas y que estuvo a punto de la quiebra con el surgimiento de más medios de transporte en la segunda mitad del Siglo XX.

Sin embargo en 1971, Amtrak llega al rescate e inicia el renacimiento del transporte ferroviario e inicia un crecimiento vertical que en el Siglo XXI lo convierte una vez más en una opción más para los pasajeros en Estados Unidos.

Con la celebración del 40 aniversario de Amtrak, Metro lo invita y lo lleva a Union Station, estación donde usted podrá comprar su boleto y esperar pacientemente hasta que escuche la voz del conductor: “¿Todos a bordo? ¡Vámonos!”

Categories: Go Metro