Claudia Casasola: la importancia de fijarse metas altas

Desde que llegó a Los Ángeles en 1988, Claudia Casasola se fijó metas altas. “Acababa de llegar de Guatemala y desde la zona donde vivía se veían los rascacielos del centro de la ciudad. La mayoría de mis amigas trabajaban limpiando casas, pero yo no quise dedicarme a eso. Recuerdo que le dije a mi novio: pronto voy a trabajar en uno de esos edificios”, recuerda.

Claudia, quien hoy es auditora de Metro, había decidido emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades y porque su mamá, sus hermanos y su novio ya vivían aquí. En su natal Guatemala había estudiado para secretaria bilingüe y tenía conocimientos de contabilidad porque ayudaba a su papá en el manejo de sus negocios.

Siempre con la idea de superarse, desde que llegó a Los Ángeles solicitó empleo en oficinas. Su primer trabajo fue en  una compañía de telemarketing donde la promovieron hasta ser la asistente del dueño, pero como ya no podía ascender más buscó un lugar donde pudiera hacer carrera. Ese lugar fue Metro.

“Llegué a Metro en 2001. Primero me dieron trabajo temporal como asistente administrativa y a los once meses me dieron un puesto permanente. Fue entonces cuando decidí seguir estudiando porque me dí cuenta que para tener un mejor empleo tenía que prepararme más”, afirma.

Pese a que ya se había casado y tenía tres pequeños hijos, Claudia se las ingenió para estudiar, primero una licenciatura en Administración de Negocios y después una maestría, ambas en la Universidad de Phoenix. “Fue muy difícil porque tenía que trabajar, ir a clases una vez por semana, estudiar mucho en la casa y ayudarle a mis hijos con sus tareas. Había veces que estaba a punto de tirar la toalla, pero mis deseos de salir adelante eran más fuertes”, señala.

Los sacrificios de Claudia pronto se vieron recompensados. De asistente administrativa pasó a ser analista asistente, luego analista administrativa y ahora auditora del Departamento de Servicios de Auditoría.

Claudia se dedica específicamente a hacer auditorías de los sistemas de computación. “Me encargo”, explica,  “de que los controles de los sistemas funcionen bien y, si no es así, ayudo a resolver el problema. Por ejemplo, si una persona necesita poner signos de dólares y le aparecen letras,  entonces tengo que ver a qué se debe y dar la solución”.

Agrega que este departamento hace auditorías de todo tipo: de contratos, de operaciones, de políticas, de procedimientos. “El propósito”, subraya, “es asegurarnos de que la agencia funcione como debe ser para evitar pérdidas de tiempo y de dinero”.

Y subraya que este departamento funciona con total independencia. “No nos reportamos al CEO (presidente) de Metro sino a la Junta Directiva”.

Claudia se manifiesta feliz con los logros que ha tenido tanto en su vida personal como en su carrera profesional. “Me siento satisfecha porque  tengo un buen trabajo y porque, junto con mi esposo, he logrado sacar adelante a mis hijos. El mayor ya trabaja y es independiente y los dos menores pronto irán a la universidad”, dice con el optimismo que la caracteriza.