Viajar al centro de la ciudad, a las oficinas de inmigración o a la corte federal  generalmente resulta caro y complicado debido a la falta de estacionamiento económico que en ocasiones puede llegar a costar hasta 24 dólares, pero si usted lo hace en Metro, la Línea de Oro o (Metro Gold Line) lo lleva por 3 dólares por viaje redondo y lo deja en la estación Little Tokyo, ubicada a unos pasos de estos dos edificios federales y del ayuntamiento, del LAPD o del Museo Japonés Americano entre otros centros de atracción, incluyendo una gran variedad de restaurantes y tiendas de la cultura del sol naciente.

Ahora que si usted no discrimina, pero prefiere la comida China o conocer un poquito de la cultura milenaria, se puede bajar en la estación China Town y prácticamente ya puede empezar a comprar productos como Ginseng muy conocido entre la comunidad latina por sus efectos afrodisiacos o caminar por la calle Broadway donde encontrará innumerables restaurantes y tiendas, todos con letreros en idioma mandarín que por un momento se sentirá en Beijing, más que en Estados Unidos.

Sin embargo, si amaneció con ganas de recordar sus tradiciones mexicanas y quiere escuchar un poco de mariachi o comer unos antojitos mexicanos puede bajarse en la estación Mariachi Plaza donde un kiosco, restaurantes y decenas de músicos, algunos quejándose  y otros no, los esperan para ser contratados y llevarle serenata a la dueña de sus quincenas. En esta estación puede caminar al hospital White Memorial en caso de que la comida no le haya caído bien.

Aunque si le urge pararse el cuello o está dolido y  quiere escuchar ‘Paloma Negra’ pero de ya, y disfrutar una excelente y auténtica comida mexicana, entonces puede bajarse en la estación Indiana que lo lleva al Mercadito del Este de Los Ángeles donde usted podrá disfrutar platillos netamente mexicanos y música de mariachi, prácticamente todo el día. Además, a la salida podrá llevarse películas ‘originales’ nada de piratería, baratas y de buena calidad.

Siguiendo con las tradiciones mexicanas, la Línea de Oro lo lleva también a la Placita Olvera, el corazón y la cuna de la ciudad de Los Ángeles, fundada en 1781 y donde cientos de turistas la visitan diariamente por sus edificios históricos y la Iglesia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles. Para llegar a este centro turístico sólo se tiene que bajarse en la Union Station, donde  también podrá conectarse con la línea Roja (Metro Red Line) que lo lleva hasta el Valle de  San Fernando y a los trenes de Amtrak y Metrolink.

Pero si ya está cansado de la comida y tradiciones de minorías y quiere sentir un ambiente más americanizado, buenos restaurantes, bares y donde el inglés prevalece, entonces la estación Del Mar, es la indicada.  Aquí bajara a dos calles de la avenida Colorado en Pasadena, principal avenida, particularmente para la diversión nocturna, sin embargo es el área donde encontrará la más rica y variada cocina nacional e internacional durante el día y la noche.

La estación Del Mar, probablemente es la que más se acerca a la gente ya que si en la estación Highland Park pasábamos por atrás del patio de los vecinos, en Del Mar viajamos justamente de bajo de los dormitorios.  Esta estación está construida como parte de un edificio de apartamentos que los inquilinos de los pisos superiores al asomarse a su ventana podrá ver quien baja y quien sube del tren. Una buena estrategia para controlar quien llega a buscarlo.

Además, al abrirse las puertas de Metro, un restaurante lo estará esperando en caso que ya no pueda aguantarse el hambre antes de llegar hasta la avenida Colorado.

De Atlantic a Sierra Madre, cruzando por comunidades como East Los Ángeles,  Little Tokio, el centro de la ciudad, Chinatown y Pasadena, La Línea Oro se ha convertido en uno de los principales ejes de transporte que lleva tanto a centros turísticos como educativos y de salud, además de conectar a vecindarios tan diversos como el mismo condado de Los Ángeles.

Con 24 millas de recorrido y 21 estaciones,  La Línea de Oro hace su paso entre las calles de los vecindarios que cruza, en medio de autopistas, entre cordilleras ya pobladas y puentes y caminos subterráneos que lo llevan en muchos casos, prácticamente desde la puerta de su casa hasta el centro de la acción.

No olvide que en la gran mayoría de las estaciones hay estacionamiento, incluyendo en Atlantic y Sierra Madre, destinos donde también puede encontrar a unos pasos de la estación un Kaiser Permanente.  Ya sea en plan de negocios, mandados, diversión, educativo o de placer la Línea de Oro verdaderamente le hace honor a su nombre.