A veces, dentro de los dramas que nos toca vivir, hay también gratas sorpresas que nos muestran el lado amable de la vida. Un ejemplo de ello es el de Juana Emilia Aniceto, de 52 años, quien es trabajadora doméstica y padece cáncer de seno. Ayer, la humilde señora abordó, como de costumbre, el Metro de la Ciudad de México para ir al Hospital General y recibir su tratamiento de quimioterapia. Sin embargo, al introducir su boleto en la estación Chapultepec la detuvieron. El susto la hizo llorar. Estas lágrimas, sin embargo, pronto se tornaron en alegría al enterarse que el motivo de su detención era premiarla por ser la pasajera número 48,500 millones del Sistema de Transporte Colectivo del D.F. A continuación les presentamos esta enternecedora historia, tal como la publicó el diario Milenio.
- Juana Emilia Aniceto metió su boleto en la estación Chapultepec de la Línea 1.
- Se dirigía al Hospital General a recibir su quimioterapia.
(MILENIO) Ciudad de México • El sistema de Transporte Colectivo Metro, festejó a su usuaria 48 mil 500 millones con la entrega de un refrigerador, una televisión de 32”, una batería y un tritura todo.
Juana Emilia Aniceto, de 52 años de edad, la usuaria que al meter su boleto en los torniquetes de la estación Chapultepec de la Línea Uno se convirtió en la viajera 48 mil 500 millones.
Su viaje hacia el Hospital General donde sería atendida para recibir quimioterapia pues tiene cáncer de mama, se vio interrumpido por el director de medios del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Francis de Souza, quien le dijo que era la ganadora de esos premios.
La mujer, quien desconcertada lloró pensando que la habían detenido, es trabajadora doméstica en Bosques de las Lomas.
Vive en un cuarto de servidumbre donde tiene una televisión de 10” pulgadas y un refrigerador en donde a penas le caben sus alimentos.
Ahora, dice que va a sustituir sus antiguos electrodomésticos por la televisión de 32” pulgadas el refrigerador multifuncional, una plancha y un tostador.
En entrevista dijo que nunca se había ganado nada y mucho menos pensó obtener premios del Metro del que es usuaria desde hace 25 años cuando llegó a la ciudad de México procedente de su pueblo natal del municipio de de Felipe Ángeles, Puebla.
“Yo no me lo esperaba, dije creo que me va a ir mal pensé que me estaban deteniendo y si yo no había hecho nada malo, solo iba a mi consulta por el cáncer”, indicó la señora quien cubre la caída de su pelo por las quimioterapias con una mascada.
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