
Supervisor Alex Dinosso sirve a los cientos de empleados que llegaron el sábado pasado al Los Angeles Metro Bus Roadeo 2011 en el hipódromo Santa Anita.
Las 800 libras de pollo y de carne asada más los 50 de salchichón que los supervisores cocinaban y servían a los empleados de Metro, combinados con las competencias de mantenimiento y mejor conductor, rifas y actividades para los niños hicieron de Los Ángeles Metro Bus Roadeo 2011 todo un evento familiar.
Fue algo así como la versión de los premios Óscar para los empleados de Metro, donde los títulos y las jerarquías laborales quedan a un lado para dar paso a la camaradería, la amistad y el convivio.
Posiblemente en esta reunión que la compañía ha realizado por más de una década es la única vez donde los empleados pueden ordenar a sus supervisores como utilizar las herramientas. Aunque estás no sean necesariamente mecánicas o de trabajo, sino para cocinar y servir.
“Un poco más de pollo por favor Alex”, le decían al supervisor Alex Dinosso los empleados, mientras servía más de 700 platillos a sus trabajadores y sus familiares, al mismo tiempo que los supervisores Salvador Llamas y Alfredo Lozano no paraban de voltear la carne y el pollo, asegurándose que no se le fuera a quemar.

Las esposas de los conductores y sus hijas fueron parte importante de la celebración que cada año reconoce a los mejores equipos de mantenimiento y conductores
“Hoy los jefes son los empleados de Metro porque son a ellos a los que hay que atender y servir como se merecen”, expresó Lozano. “Todo el año se la pasan sirviendo a la gente, trabajando duro para llevar a los pasajeros a su destino y a salvo. Hoy nuestro reconocimiento es para ellos”.

Los supervisores Alfredo Lozano y Salvador llamas no paraban de voltear la carne y el pollo, asegurándose que no se le fuera a quemar.
“Además, aquí te vas a encontrar amistades que casi nunca vez en el trabajo, empleados y ex empleados, es la fiesta que todos estamos esperando,”, subrayó Lozano, mientras pasaba a un lado Nelson Zapata, un operador en el sur de Pasadena que llevaba dos platos de pollo bien servidos.
“La verdad la pasa uno muy bien”, dijo Zapata. “El día de hoy no pude traer a mi esposa porque trabajó, pero cada año venimos juntos, comemos muy bien, convivimos y nos divertimos bastante”.
Con música de fondo y voluntarios como Amber Kanodson, pintando la cara de los niños y el perro K-9 “Amor” del Sheriff Roberts, posando para las fotos; además de familias enteras colocándose al frente del volante para sentir lo que se siente manejar un autobús, en medio de rifas, raspados y el aroma de carne asada que duró casi toda la reunión, pasaron las casi seis horas que duró el evento.

Amber Kanodson, hija de un empleado de la MTA, fue una de las pequeñas voluntarias para pintarle la carita a los niños durante el evento.
Al final se entregaron los premios de mejor conductor y mejor equipo de mantenimiento, además reconocer el esfuerzo y dedicación de otros de los empleados de la compañía.

El conductor Zapata es conocido por ser un hombre prevenido y en Los Angeles Metro Bus Roadeo 2011 no fue la excepción.
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