Pros y contras del Metro de la ciudad de México y sus alrededores

Con más de 20 millones de habitantes, el área metropolitana de la Ciudad de México no podría funcionar sin un sistema de transporte público eficiente. En ese sentido, el Metro cumple una tarea esencial pues transporta a diario a más de ocho millones de personas.

Desde su inauguración, el 4 de septiembre de 1969, el Metro se convirtió en parte indispensable de la vida urbana de la ciudad de México y sus alrededores. En aquel entonces contaba sólo con dos líneas, que conectaban el sur y el norte de la ciudad, así como el oriente y el poniente.

Hoy el Metro cuenta con 11 líneas que recorren prácticamente todo el Distrito Federal y parte del Estado de México. Además de ser un medio de transporte que en términos generales es rápido, seguro y eficiente es también muy económico. Por el equivalente a unos 22 centavos de dólar, los usuarios pueden trasportarse a través de toda la red, siempre y cuando no se salgan del sistema. El servicio es gratuito para niños menores de 5 años, adultos mayores de 60 años y personas discapacitadas.

Pero como todo en esta vida, el Metro –nombre que se deriva de la contracción de tren metropolitano- no está exento de problemas. Uno de ellos es que, durante las horas pico , los vagones van repletos, sobre todo en el área céntrica de la ciudad. Para los usuarios resulta una verdadera odisea abordar el tren o bien bajarse en la estación que desean. De vez en cuando el servicio se suspende debido, principalmente, a fallas mecánicas.

Debido a la gran cantidad de pasajeros que lo utilizan, abundan también los problemas sociales. Pese a que está prohibido el comercio informal, casi todos los trenes y las estaciones están plagados de vendedores ambulantes que ofrecen todo tipo de mercancía, desde discos piratas hasta dulces y libros.

Tanto hombres como mujeres son a veces víctimas de acoso sexual, sobre todo en las horas de mayor congestionamiento. Para remediar el problema, las autoridades han tomado medidas como destinar vagones sólo para mujeres a ciertas horas y también cerrar por la noche el acceso a los vagones del principio y final del convoy.

Con frecuencia los pasajeros sufren también robos a bordo de los trenes y por ello la mayoría se abstiene de viajar con pertenencias de valor. Las autoridades han instalado videocámaras para contrarrestar el problema, aunque sin mucho éxito debido a su magnitud.

Otro problema es el vandalismo y la evasión del pago de pasaje. Aunque generalmente hay policías en todas las estaciones, algunos usuarios se las ingenian para entrar al sistema sin pagar. Otros, una vez adentro, se dedican a pintar los vagones con aerosoles y a rayar vidrios y asientos.

Pese a todo ello, las ventajas de viajar en Metro exceden los aspectos negativos. Una vez que el pasajero sabe cómo navegar a través de la red y tomar sus precauciones es, sin duda, el mejor medio de transporte en la ciudad de México y sus alrededores.