El transporte público en Nueva York es tan complejo como efectivo y asombroso

El sistema de transporte público de Nueva York es no de los más complejos y eficientes de todo el mundo, con más de un siglo de operación,  24 líneas, 468 estaciones y más de ocho mil viajes diarios,  lo llevan prácticamente a cualquier punto de la ciudad.

Además, si consideramos la flotilla de 5,900 autobuses de la Agencia de Transporte (MTA) podremos decir que no hay un lugar en la capital del mundo a donde nose pueda llegar en Metro o en autobús.

 

Y si agregamos los 13,237 taxis que circulan por la ciudad buscando su atención para llevarlo a la puerta de su hogar,  y 420 millas de carriles de bicicleta, el transporte público moviliza a más del 50 por ciento de los casi 20 millones de residentes y miles de turistas que llegan cada año.

Recientemente tuve la oportunidad de viajar a la ciudad conocida también como la Gran Manzana y me transporté en Metro, autobús, taxi y bicicleta, y sin más quejas que la pérdida de mi celular por descuido, los viajes resultaron placenteros, rápidos y llenos de colorido.

El no tener que manejar por una semana y llegar a diferentes estaciones literalmente caminando, ver como una estación tiene hasta cuatro carriles para rutas locales y Express (rápidas), o como los trenes conectan las islas por medio de los puentes o bajo el agua, fueron alternativas muy prácticas y eficientes.

Además no tener que esperar más que unos minutos para subirme a un autobús, queen forma constante  llegan a las paradas o la facilidad de conseguir un taxi con solo levantar la mano y los amplios carriles de bicicletas, fue una experiencia asombrosa y fácil de entender del porque los neoyorkinos prefieren el transporte público a manejar su propio auto.

 

Aunque por otro lado, el tráfico y los altos costos para estacionar su auto, simplemente acaban de convencer a los usuarios del transporte público de que el Metro, autobús, taxis o bicicletas son la mejor opción de transporte en Nueva York.

Si hay que mencionar algunos detalles negativos es que no siempre las estaciones están de lo más limpio, incluso algunos autobuses, no tienen la mejor presentación y aroma, o el problema con los peatones que no respetan las líneas de las bicicletas y constantemente el ciclista tiene que parar.

En general, podríamos decir que considerando su complejidad, el número de gente a la que sirven y el número de rutas, frecuencia y lugares a los que llegan, el transporte público resultó ser una experiencia digna para considerar cuando visite la Gran Manzana.