El tren de alta velocidad que el gobernador de Florida, Rick Scott, puso en el cajón del olvido el pasado febrero al declinar más de 2 mil millones de dólares en ayuda federal habría generado un superávit anual de 31 millones a 45 millones de dólares en diez años de operación, de acuerdo con un reporte estatal.
El Departamento de Transporte de Florida envió el reporte a la Administración Federal de Trenes en noviembre y el periódico The Tampa Tribune obtuvo el documento y lo difundió.
La parte medular del reporte es un análisis de dos firmas consultoras sobre las proyecciones del número de pasajeros, los costos y las pérdidas o ganancias resultantes del proyecto para enlazar Tampa con Orlando.
Según los datos recabados por las dos firmas consultoras, el proyecto, que habría dado a Florida el primer tren de alta velocidad en la nación, hubiera sido una buena decisión fiscal.
La firma Steer, Davis, Gleave proyectó que, para el primer año de operación, en 2016, el número de pasajeros del tren Tampa-Orlando ascendería a 2.5 millones y arrojaría un deficit de 9.1 millones de dólares. Sin embargo, para 2026, estimó que el tren transportaría a casi cinco millones de pasajeros y generaría un superávit anual de 31.1 millones de dólares.
La proyección de Wilbur Smith Associates es aún más optimista. La firma estimó que en 2016 habría 3.6 millones de pasajeros, lo que produciría un superávit de 17.6 millones de dólares. Y para 2026, el tren transportaría a más e cinco millones de personas, lo que produciría una ganancia de 44.8 millones de dólares.
El estado usó la información de estas dos consultoras para hacer una estimación promedio: tres millones de pasajeros y 4.3 millones de superávit durante el primer año y para 2016, cinco millones de usuarios y una ganancia de 38 millones de dólares.
La primera fase del proyecto habría sido de Tampa a Orlando. Y en una segunda etapa se pensaba conectar Orlando con Miami, lo que hubiese dado al proyecto una mayor ganancia.
Pese a la contundencia de estas cifras, un vocero del gobernador Scott dijo que éste se mantiene firme en su decisión de no haber aceptado la oferta de recibir 2,400 millones de dólares para financiar el proyecto de 2,650 millones de dólares.
“El gobernador exploró a fondo todos los asuntos relacionados con el Tren de Alta Velocidad, especialmente los que implicaban un riesgo financiero para Florida y al final llegó a la misma conclusión a la que California está llegando ahora, que el concepto del tren no iba a pagar por si mismo”, dijo el director de comunicaciones de Scott, Brian Burgess.
Debido a estas preocupaciones, el ambicioso plan de la administración Obama de construir varios trenes de alta velocidad en el país se ha diluido. El presupuesto federal para 2012 no destina fondos para esos proyectos y el plan de transporte de cinco años de 260 mil millones de dólares aprobado por los congresistas republicanos no contempla ningún desarrollo en ese sentido.
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