Desde hace un mes, Frank Alejandro ocupa un nuevo cargo en Metro: el de director general de operaciones. Es, asegura, el puesto más desafiante que ha tenido en su larga carrera en el transporte que abarca ya más de 34 años.
“El estar a cargo de supervisar la operación de los trenes y autobuses es un gran reto porque tengo muchas exigencias, tengo que responder ante el CEO de Metro, ante la Junta Directiva y, sobre todo, a los usuarios del transporte público de Los Ángeles”, dice.
Su prioridad, subraya, es el cumplir con las metas básicas de Metro, que son ofrecer a los pasajeros un sistema de transporte que sea seguro, confiable, limpio y que llegue a tiempo.
“En cuanto a los accidentes”, precisa, “por supuesto nuestra meta es prevenirlos. Pero si ocurren queremos estar seguros de que se investiguen apropiadamente las causas para tomar las medidas necesarias y evitar que ocurran nuevamente por la misma razón”.
Alejandro indica que las líneas de trenes que presentan menos problemas de accidentes son la Verde (Green) porque corre en un derecho exclusivo de vía y la Roja (Red) porque es subterránea. Las más problemáticas son la Dorada (Gold) y, sobre todo, la Azul (Blue) porque corren al nivel de la calle y hay varias intersecciones donde se cruzan con el tráfico y el paso de peatones.
El funcionario añade que, precisamente, para prevenir al máximo que la futura línea Expo tenga accidentes se hicieron durante varios meses pruebas exhaustivas a lo largo de la ruta, que va desde el centro de Los Ángeles hasta Culver City. Además, dice, se han hecho múltiples reuniones comunitarias para informar a los residentes del área de las medidas de precaución que deben tomar y durante las primeras semanas de operación de la línea habrá “embajadores de seguridad” que orientarán a la gente sobre cómo deben desplazarse alrededor del área para evitar accidentes.
Pese a lo difícil que resulta su labor, Alejandro no se queja. Por el contrario, con su característico buen ánimo y entusiasmo, manifiesta que disfruta mucho de su trabajo. “Para mí este es el mejor tiempo para trabajar en Metro por la gran cantidad de proyectos que tenemos y los que ya están en marcha”.
Alejandro confiesa que es un hombre al que le apasionan los retos y a ello atribuye el haber llegado tan lejos en su carrera, que empezó en 1978 como conductor de autobuses.
En su larga carrera en el transporte público, Alejandro, quien es originario del Este de Los Ángeles, cuenta que ha hecho de todo. Empezó como operador de autobuses en la División 3 de Cypress Park, después pasó a ser supervisor, instructor de choferes, supervisor de la Línea Azul, asistente del gerente y gerente del Centro de Control de Operaciones (ROC).
Tras 22 años en Los Ángeles se fue a Minnesota, donde trabajó con el director general ejecutivo de Metro, Art Leahy en la construcción de una nueva línea de trenes. Después regresó a California, donde encontró empleo en una compañía contratista que ayudó a construir la Línea Dorada de Metro. De aquí se fue a San Francisco como supervisor de la división de trenes y finalmente regresó a Metro el año pasado.
Sobre su próxima meta profesional, Alejandro dice –entre risas- que apenas tiene unas semanas en su cargo actual y, por ahora, lo más importante será concentrarse en la tarea que se le ha encomendado. Por fortuna, manifiesta, cuenta con el apoyo de Art Leahy, un experto en el área de operaciones.
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