Por Kim Upton
Xxara es una simpática perrita labradora de dos años. Se especializa en olfatear explosivos y trabaja en Servicios Caninos del Departamento del Sheriff de Los Ángeles. Su trabajo, una vez que esté totalmente entrenada, consistirá en buscar artefactos explosivos en los trenes, autobuses e instalaciones que son propiedad de Metro.
La perrita fue entrenada en la Dirección de Seguridad de Transporte (TSA) en la base de la Fuerza Aérea de Lackland, en Texas. Pero aquí no le enseñaron a subirse en patinetas, a moverse en escaleras eléctricas ni en trenes, ni tampoco a familiarizarse con las regaderas automáticas (sprinklers), cosas que ahora está aprendiendo. Lo que sí sabe bien es cómo huelen los explosivos, como buscarlos y qué hacer si encuentra uno.
Xxara es la integrante más nueva del equipo elite de 13 perros que trabajan para el Departamento del Sheriff. Su trabajo es mantenernos seguros, así como jugar y dejarse acariciar por quienes así lo desean.
Y hay muchos. Los perros que trabajan en Metro, incluyendo a Wilson, un labrador de 5 años, son bien conocidos entre los pasajeros por su encanto y sociabilidad, lo que los hace muy queridos y populares.
¿Cómo se entrena a un perro a buscar y encontrar explosivos?
Como la mayoría sabemos, los perros tienen un sentido del olfato mucho más desarrollado que nosotros. El porcentaje que el cerebro de un perro dedica a analizar un olor es 40 veces más grande que el de un humano, según varias fuentes. Se estima que los perros pueden identificar entre mil y diez mil veces mejor los aromas que los humanos. Como lo dijo un agente del Sheriff de L.A. “Si entramos a un restaurante de pizzas, nosotros sólo olemos la pizza. Ellos pueden oler cada ingrediente: la harina, el jitomate y el queso”.
El talento es innato. Pero en Texas prueban a los perros que puedan hacer mejor el trabajo, tanto por su sentido del olfato como por su temperamento. Aprenden a identificar una variedad de explosivos, a seguir órdenes y a enfocarse en su tarea.
Y los acostumbran a trabajar con los agentes del Departamento del Sheriff de LA que viajan a Texas y trabajan con ellos por 10 semanas para aprender a reconocer cuando los perros los “alertan” de que han encontrado explosivos. Después del entrenamiento, los agentes tienen que tomar una prueba por escrito para obtener su certificado. Los perros pueden encontrar una bomba, pero no asegurar el área que la rodea. Los agentes del Sheriff tampoco tienen que detonar o desactivar las bombas. Esto es responsabilidad de técnicos altamente especializados.
Las lecciones que los perros reciben en Texas son muy similares a las que damos a nuestras mascotas, excepto que el premio no es comida sino la oportunidad de jugar con un juguete de hule llamado Kong. Esta estrategia es para evitar que se distraigan con los alimentos..
Xxara, Wilson y los demás perros asignados a Metro viven con el agente al que están asociados mientras trabajan. Generalmente lo hacen por siete años.
El programa federal de entrenamiento canino, comúnmente conocido como el Puppy Program, comenzó en 1999 y se amplió después del 9/11. En 1994 llegó a L.A. el primer perro entrenado para proteger aeropuertos y sistemas de transporte bajo ese programa. Entre los perros que trabajan para el Sheriff hay pastores alemanes, malawas y labradores como Xxara y Wilson.
¿Y el nombre Xxara? El equipo del TSA en Texas les pone los nombres. Si el nombre tiene una letra doble al principio, significa que es el nombre de un soldado caído o de una víctima del 9/11.
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