Metro se convierte en la primera agencia del país en usar la “tecnología de volante” para ahorrar energía en los trenes

Funcionarios de Metro se reunieron con representantes de la Administración Federal de Transporte y del Laboratorio de Energía Nacional Renovable la semana pasada para revisar los resultados promisorios de la agencia en el uso de la tecnología de volante para reciclar la energía generada por los vagones de trenes.

Los funcionarios se encontraron en la estación Westlake/MacArthur Park de la Línea Roja/Púrpura para ver de primera mano cómo trabaja la subestación de Energía de Wayside. El proyecto piloto empezó en agosto y le está ahorrando a Metro hasta 18% de la energía que usa cuando los trenes entran y salen de la estación. Eso ha ayudado a bajar las cuentas de electricidad de la agencia.

El Departamento de Proyectos de Ingeniería de Metro maneja el proyecto y usa energía de punta del sistema de volante construido por Vycon de Cerritos. Se estima que Metro podría ahorrar eventualmente $100,000 anuales en costos de electricidad.

Metro recibió una subvención de $4.5 millones del programa TIGGER (Transit Investments for Greenhouse Gas and Energy Reduction) de la Administración Federal del Transporte que ayuda a las agencias como Metro a implementar nuevas estrategias para disminuir la emisión de gases invernadero y el uso de energía para operaciones de transporte.

Esta es la forma en que funciona: Los trenes tienen sistemas regenerativos de frenos que crean electricidad cuando el tren disminuye la velocidad para detenerse en una estación. El volante es como una batería mecánica que almacena energía en una forma dinámica mediante la rotación de un cilindro. Para mantener la fricción al mínimo, los cilindros se guardan en una cámara de vacío en levitación magnética. Son más confiables, limpios y eficientes que las baterías químicas.

La energía almacenada en el volante se reaplica al sistema de propulsión del tren para ayudar a la aceleración de ese vehículo o de oros trenes que salgan de la estación.

El sistema consiste en una subestación de volantes con una capacidad de dos megavatios y aproximadamente ocho horas de kilovatios de energía por ciclo. El sistema puede ampliar su capacidad a seis megavatios. Aunque los costos iniciales de este prototipo son relativamente altos debido a los esfuerzos de investigación que se necesitan, se espera que el sistema ahorre en un año energía suficiente para que una vivienda en California pueda funcionar 100 años.