La Asociación Americana de Transporte Público dio a conocer esta semana una infografía como parte de su campaña “Stand Up 4 Transportation” que pide al Congreso de Estados Unidos que apruebe una medida federal de financiamiento de largo plazo para el transporte. La campaña culmina el 9 de abril, Día Nacional de la Infraestructura del Transporte, con varios eventos organizados por gente interesada en este tema en todo el país.

APTA reporta que, por cada dólar invertido en transporte público, se generan $4 en ganancias económicas.

Quedan ocho semanas antes de que Map-21, el proyecto de ley federal de transporte terrestre, expire el 31 de mayo. Las subvenciones para el transporte público y las autopistas financiadas por el Fideicomiso para Autopistas no se pueden hacer sin una ley que las autorice. APTA y sus miembros están pidiendo ahora al Congreso que apruebe una nueva autorización para el transporte terrestre antes de que expire MAP 21 y que apruebe una nueva legislación para autorizar la continuación de esos programas más allá de mayo de 2015.

El problema empezó hace más de dos décadas.  El fondo está ligado al impuesto federal a la gasolina, el cual no se ha incrementado desde 1994 y es todavía de 18 centavos por galón.  La inflación y la mejora en la eficiencia del rendimiento del combustible erosionaron la habilidad del fondo para pagar por proyectos de transporte público y autopistas en el país. APTA reporta que la nación enfrenta un retraso de $160 mil millones sólo para que tanto el transporte público como las autopistas se reparen.