Funcionarios que participaron en la ceremonia de esta mañana. Atrás del letrero se encuentran las congresistas Judy Chung (izq.) y Maxine Waters. A la izquierda de Chung están la directora general interina de Metro, Stephanie Wiggins y la integrante de la Junta Directiva de Metro, Jacqueline Dupont-Walker. Foto: Luis Inzunza/Metro.

Jackie Dupont-Walker, de la Junta Directiva de Metro.

John Fasana, miembro de la Junta Directiva de Metro.

La congresista Maxine Waters.

Stephanie Wiggins, directora general interina de Metro.

En una ceremonia que tuvo lugar esta mañana en Union Station, Metro se unió a más de 240 organizaciones del país que participan en el evento “Stand Up for Transportation Day” (En Defensa del Día del Transporte) este jueves. (#SU4T on Twitter). El propósito: llamar al Congreso a que apruebe finalmente una ley de gastos para transporte de largo plazo.

El problema: la ley actual de gastos ofrece a las agencias como Metro millones de dólares anuales para una variedad de programas. Pero la ley expira el 31 de mayo y el Congreso no ha aprobado una nueva ley hasta ahora.

Comunidades que participan en el evento Stand Up for Transportation Day.

Por esta razón American Public Transportation Assn. (APTA), un grupo de industria y comercio, ha organizado a las comunidades del país para unirse debido a lo que está en juego. Un ejemplo: Metro usa dólares federales para ayudar a construir dos proyectos clave que también reciben fondos de la Medida R: la primera sección de la Extensión de la Línea Púrpura y el Conector Regional.

A nivel nacional, un nuevo análisis de la APTA muestra que más de $227 mil millones en productividad económica del país estarán en riesgo durante los siguientes seis años si no se aprueba una inversión federal de largo plazo en el transporte público. Hay también un severo retraso de $88 mil millones de mantenimiento que se necesita para que la infraestructura de transporte esté en buenas condiciones. Un asunto importante aquí es el impuesto federal a la gasolina que ha sido de 18.3 centavos por galón desde 1993. Las ganancias del impuesto han ido en declive porque los estadounidenses manejan menos y usan autos más eficientes en el uso de combustible. El impuesto a la gasolina es la principal fuente de financiamiento federal para el transporte. Una razón por la que el Congreso no ha aprobado una ley de gastos de transporte de largo plazo es su incapacidad para elevar el impuesto a la gasolina, que es una papa caliente política para los dos partidos, especialmente cuando se avecina una elección.

Las siguientes gráficas muestran los dólares federales que se usan en los proyectos de Metro: