Gracias a la tecnología se ha facilitado la revolución de la economía colaborativa y Uber, el sistema de alquiler de autos con conductor, es el mejor ejemplo. La feria parisina de Viva Technology (o Viva Tech) ha cerrado su segunda y última jornada para profesionales con un análisis sobre ese nuevo modelo económico en el que el valor ya no es la producción, sino las plataformas de intermediación, según una nota del diario El País.
Mientras en Uber se respira optimismo, en los negocios clásicos hay un cierto temor. El presidente de AccorHotels, Sébastien Bazin, vaticina pérdida de empleos en el periodo de transición y comprueba problemas de adaptación de las plantillas.
“Históricamente, todas las revoluciones han generado más empleo que el que han destruido”, asegura Pierre-Dimitri Gore-Coty, director para Europa de Uber. Gore-Coty ha participado en una mesa redonda sobre la transición económica hacia la uberización moderada por el director de contenidos de PRISA (editor de El País) Javier Moreno, en la que junto a Bazin y Gore-Coty han estado dos directivos de las consultoras Ernst & Young, Greg Cudahy, y de SapientNitro Nigel Vaz.
Uber está valorado en 50.000 millones de dólares, el doble que Renault”, resalta uno de los expertos
“Un tercio de los cuadros medios de Accor rechazan la adaptación, se resisten al cambio”, dice Bazin, que añade: “A mí me hubiera gustado inventar Airbnb [el sistema de alquiler de casas entre particulares] y nosotros nos estamos adaptando, pero yo quiero participar en la economía colaborativa y esto no es una amenaza”.
La adaptación exige, según Uber, un marco reglamentario diferente. “En Europa hay mucho talento para el desarrollo de nuevas plataformas, pero la reglamentación lo dificulta”, asegura Gore-Coty, que ha visto cómo en países como Francia y España se prohíben algunos de sus servicios, considerados competencia desleal. También los servicios clásicos sufren la rigidez normativa. Bazin se queja de la dificultad del uso de datos en Europa, donde el intercambio es difícil, lo que da ventaja a la competencia americana.
Airbnb, HomeAways o Booking son hoteleros sin tener habitaciones ni apartamentos. El director de estrategia e innovación de la RATP, la empresa pública que gestiona el transporte colectivo de Isla de Francia, lo ha explicado muy gráficamente en Viva Tech. Uber, explica Valère Pelletier, está valorado en 50.000 millones de dólares, el doble que Renault. La diferencia es que Uber no posee ni un solo automóvil para el servicio que aporta. “Ha cambiado la cadena de valor”, dice Pelletier. “Ya no valen tanto las infraestructuras como la intermediación”. Otro ejemplo sencillo: Alibaba, el gigantesco distribuidor chino, no tiene productos que vender, pero su valor es de 192.000 millones de dólares, diez veces más que el de Carrefour.
“Ha cambiado la cadena de valor, ya no valen tanto las infraestructuras como la intermediación”, destaca el director de estrategia e innovación de la RATP
“Es el servicio el que da valor”, opina Nigel Vaz. “Lo importante es mejorar la vida de los clientes. Explotar todo el capital humano con ayuda de la tecnología es maravilloso”. En ello, los modelos clásicos tienen una ventaja que señala Bazin: “Nosotros tenemos contacto directo con los clientes. Sabemos qué es lo que quieren y qué es lo que les decepciona”.
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