
Foto: Steve Hymon/Metro.
Para Jonathan Adame, quien es un apasionado del transporte público, trabajar en Metro es un sueño hecho realidad, especialmente ahora que la agencia tiene bajo construcción un número récord de grandes proyectos, entre ellos varias líneas de trenes como el Conector Regional, la Línea Crenshaw/LAX y la Extensión de la Línea Púrpura hacia el Oeste.
“Muchos están viendo lo que estamos haciendo en Metro, no sólo en el estado sino en todo el país. En el diario The New York Times, por ejemplo, han sacado varios reportajes sobre los proyectos de transporte que tenemos y de los que recientemente se han finalizado”, dice con gran entusiasmo. Jonathan se refiere, por supuesto, a la Línea Expo que va a Santa Mónica y a la Extensión de la Línea Dorada hacia Foothill que se inauguraron este año.
Desde agosto de 2014, Adame ocupa el cargo de planificador urbano en la Junta de Relaciones de la Oficina del director general ejecutivo de Metro, Phil Washington.
Entre sus responsabilidades está el mantener relaciones productivas con los integrantes de la Junta Directiva de Metro y sus asistentes en el área del transporte, llevar a cabo investigaciones y análisis para la Oficina Ejecutiva de Metro, así como ofrecer orientación técnica y política sobre los programas de Metro a diversas jurisdicciones y agencias.
Otra de sus tareas, que él disfruta de manera especial, es la de representar al director ejecutivo general de Metro en varios eventos y reuniones comunitarias.
Para Jonathan, el principal reto de las numerosas tareas que tiene a su cargo es el control de calidad. “Lo más importante es asegurarme que todos los reportes y análisis que entrego al director general ejecutivo de Metro para su revisión sean de la más alta calidad”, asegura.
Adame entró a trabajar a Metro en junio de 2013 como planificador de transporte pero en el área tecnológica de las tarjetas TAP. En este departamento se encargó, básicamente, de ofrecer apoyo y entrenamiento a otras agencias de transporte y municipios que estaban por adoptar la tecnología de las tarjetas TAP.
El primer contacto que tuvo Jonathan con el campo del transporte público fue en 2011 cuando entró como interno al Departamento de Relaciones de Gobierno Metrolink. En esta agencia ayudó a preparar análisis legislativos y a organizar relaciones con las comunidades ubicadas cerca de las estaciones de Metrolink. “Toda esta experiencia”, dice, “fue clave para que pudiera conseguir después trabajo en Metro”.
Las metas profesionales de Jonathan, quien estudió Ciencias Políticas con énfasis en Administración Pública en la Universidad Estatal de California en Los Ángeles, son poner en práctica todos sus conocimientos para ayudar a mejorar la movilidad y reducir el congestionamiento del tráfico en el área de Los Ángeles.
Jonathan reside en Long Beach y para ir a su trabajo aborda la Línea Azul tres veces a la semana. “No tengo auto, casi siempre viajo en tren y cuando no lo hago me voy en motocicleta. Aunque es riesgoso, tomo muy precauciones”, subraya con una sonrisa.
El joven funcionario cuenta que su amor por el trasporte público surgió cuando vivía en San Francisco. “Viví en esa ciudad durante tres años y me acostumbré al estilo de vida sin auto. Allá caminaba, andaba en bicicleta, en autobús y en tren y realmente me gustó”, asegura.
Jonathan nació en Buena Park, en el condado de Orange. Su papá es mecánico y su mamá es enfermera. Tiene dos hermanos, uno se dedica a la radio y el otro a la televisión, y una hermana que trabaja en el área de administración.
Además del transporte público sus mayores aficiones son la historia, viajar y practicar deportes como correr, ciclismo, y natación. “Me gusta mucho leer libros de historia, visitar museos y participar en triatlones. Me interesa mucho mantenerme en buena condición física”, manifestaron firmeza.
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