
Foto: Steve Hymon/Metro.
Primero, a nombre de Metro, gracias a todos los contribuyentes del condado de Los Ángeles que votaron por la Medida M, esperamos que obtengan lo que desean de ella. Si no lo hicieron, esperamos que eventualmente descubran que sus impuestos para esta iniciativa valieron la pena.
El conteo no ha terminado, pero la M lleva una ventaja sustancial y más de 1.45 millones de residentes del condado votaron a favor de ella. Hay muchas razones que explican esto, pero lo importante es que el 69.8% de los votantes (hasta ahora) apoyaron la Medida M, en 2012, el 66.1% respaldó la Medida J (que no pudo aprobarse por un estrecho margen) y en 2008, el 67.9% votó por la Medida R, el impuesto a las ventas que ofreció fondos iniciales para muchos proyectos de la Medida M.
Recordemos por un momento lo que pasó en 1990. En una rápida sucesión de eventos, nuestro condado sufrió disturbios, un sismo y el juicio de O.J. Simpson, en medio de una tremenda ola de violencia de pandillas y crimen. Luego de varias décadas de crecimiento, se incrementó considerablemente el tráfico. El centro de L.A. estaba paralizado y ninguno de nuestros equipos profesionales jugaba en la zona. L.A. se presentaba de manera miserable en película tras película.
No todos lo recuerdan ahora…pero esa década terminó con una medida electoral en 1998 en la que la mayoría de los votantes decidieron terminar con el impuesto a las ventas locales para financiar el subterráneo de las líneas Roja/Púrpura después de varios problemas en la construcción de ese proyecto.
Una década después, en 2008, mucha gente se dio cuenta que el invertir solamente en autopistas no iba a funcionar. Muchas otras ciudades tenían un vasto sistema de transporte público que servía como alternativa.
Y así empezó la construcción de una red moderna de transporte. Fue una sabia decisión porque se tomó cuando mucha gente veía que L.A. no ofrecía oportunidades.
A raíz de esto, empezaron los cambios. Muchos fueron orgánicos, el resultado del esfuerzo de empresarios, artistas, estudiantes y pioneros urbanos que querían resucitar la ciudad y no iban a permitir que los políticos lo impidieran.
L.A. se ve todavía como un lugar exasperante. Si nos basamos en los números, no ha habido un gran cambio en años recientes en términos del porcentaje de personas que han dejado el auto por el transporte público o la bicicleta. Los abordajes de Metro han declinado recientemente. El auto es todavía indispensable para muchos de nosotros y tenemos una gran cantidad de problemas sociales que van desde el alto número de desamparados hasta la falta de viviendas asequibles.
Pero con los fondos de la Medida M tendremos la oportunidad de abordar el problema de la movilidad e incluso influenciar a otros. Cuando se complete el Conector Regional en el centro de L.A. y se construya la Línea Dorada hasta Claremont, habrá 55 millas de vías de tren ligero, desde el centro de Santa Mónica hasta el límite este de nuestro condado. Un segmento similar se construirá de norte a sur desde Van Nuys Boulevard en el Valle de San Fernando a través del Paso Sepúlveda, hasta Westwood y LAX y luego hasta Redondo Beach y Torrance.
Desde luego, una cosa es decirlo y otra mostrarlo, como lo hizo nuestro diseñador Adam Lindner en este mapa:
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