La creación de la red ferroviaria argentina, iniciada en 1855 por capitales ingleses, ha dotado al país de una infraestructura inigualable, al punto que todavía se conservan grandes estructuras con diseños que, en suma, engalanan la ciudad, según una nota publicada en el diario español El País.
Una de esas fastuosas obras es la estación terminal del ferrocarril Mitre, en el barrio de Retiro, la cual posee un enorme hall que recibe a diario a millones de pasajeros. Esta semana el espacio alcanzó para que se sumen algunas tiendas de campaña y otros miles de personas más que ya no esperaban para regresar a su hogar después del trabajo sino para conseguir un pasaje que les permita vacacionar sin ajustar tanto el bolsillo.
Este martes se pusieron en venta los pasajes hacia puntos muy concurridos del país como las ciudades de Tucumán, Córdoba, Rosario, Bahía Blanca y Santiago del Estero, todas distancias que superan ampliamente los 500 kilómetros (salvo Rosario) y en la que mucha gente que vive en Buenos Aires tiene familiares. La cercanía a las fiestas de fin de año sumado a la temporada veraniega atrajeron en masa a la gente. Aunque existe un argumento todavía más definitorio: los precios.
“Viajo a Santiago del Estero para visitar a mi familia y para descansar. El pasaje me salió 420 pesos (28 dólares) en categoría Pullman (la intermedia) y en bus me sale más de 1.500 (unos 100 dólares)”, afirma Lidia, una ama de casa, “Hace 2 años lo pagué 70 pesos (casi 5 dólares) y si bien aumentó, me sigue conviniendo. El servicio demora 22 horas pero es bueno, confortable”. Carmen se acercó a lo mismo este miércoles, pero no tuvo suerte: “Me dijeron que están agotados hasta marzo, está todo completo”. “La alternativa es el colectivo (bus) que sale más de 1.400 pesos (93 dólares), la diferencia es tanta que decidí declinar el viaje”, contó. José es albañil y tampoco consiguió pasajes. “La diferencia con el micro es abismal, si quiero ir con mi familia me gastó casi 10.000 pesos (660 dólares) pero mis ingresos apenas son de 5.000 (330 dólares)”, detalló.
Hay una decena de empresas de autobuses que viajan a Santiago del Estero desde la estación terminal de Retiro. Allí el panorama es el contrario al que se ve en la estación de trenes. Los pasillos están vacíos y el movimiento es el mismo que un día común. Leandro, responsable de la firma Urquiza, que tiene servicios diarios al norte del país, confió a EL PAÍS que “se vende a un ritmo de venta común a pesar de la demanda que se vive con el tren”. Los pasajes en esa compañía salen lo mismo que en las restantes, entre 1.280 y 1.800 pesos (de 85 a 120 dólares). Las compañías han decidido ofrecer descuentos que oscilan entre el 20 y el 30% a jubilados y estudiantes. De esta forma, además, piensan contener el impacto de una nueva suba en los pasajes, que se avizora en diciembre.
Categories: Go Metro