Francisca Montes-Jurado es veterana en Metro. Lleva 31 años trabajando en la agencia de transporte e ingresó a las filas laborales por pura casualidad.
Cuenta que acababa de dar a luz a sus gemelas cuando su esposo llegó al hospital con varias solicitudes para ser operador de autobuses. Ella decidió llenar una y en seis meses ya estaba conduciendo un camión de pasajeros.
Detrás del volante duró cuatro años, luego se hizo instructora y después supervisora. Ahora es administradora de los 86 supervisores encargados de responder emergencias de los operadores de autobuses.
“Son las personas que a veces se ven en un SUV cerca de las paradas de los autobuses. Ellos se encargan de responder emergencias y desviar la ruta cuando las calles están cerradas o hay accidentes”, comenta Montes-Jurado.
Sus labores son más bien administrativas, pero su responsabilidad principal es que los supervisores hagan las mejores decisiones para resolver la situación y desviar o reanudar el servicio tan pronto como sea posible.
“Cuando ocurre algún accidente mayor y estoy de turno, tengo que ir a ver que todo se esté manejando de la manera correcta. El supervisor es el que hace la investigación y yo informo a las personas correspondientes de lo que está pasando”, comenta.
De las cuatro posiciones que ha alcanzado en Metro, todas le han gustado. Pero tiene especial cariño a los 17 años que estuvo ejerciendo como instructora de manejo.
“Sé que hay muchos de los choferes que trabajan actualmente que yo les enseñé a hacer lo que hacen”, dice.
Para la administradora, trabajar en Metro ha sido una fortuna pues siempre ha sentido que trabaja con una gran familia.
“Por esa razón nunca se me ha hecho difícil lo que tengo que hacer porque siempre he estado a gusto con toda la gente con la que he trabajado. Son como mi familia”, agrega.
Además, cuenta que en Metro se ha encontrado con mucha gente que conoce, incluso desde que era niña, con excompañeros de escuela y hasta vecinos.
Montes-Jurado es mexicoamericana de tercera generación y lo dice con orgullo. Sus padres nacieron en Texas y uno de sus abuelos también. Pero su raíces paternas vienen del estado de Chihuahua. Sus padres se establecieron en el área de Harvard Heights en Los Ángeles. Ahí nació y todavía reside en ese lugar de casas históricas.
La exoperadora y su familia son aficionados al fútbol americano y su equipo favorito es Los Ángeles Chargers. Por lo que en cuanto comienza la temporada, ya saben dónde encontrarla.
“Ahorita es la temporada. Por ahora nuestro enfoque es ir a los partidos”, platica. Cuando no es temporada futbolera, a Francisca la puedes encontrar en algún crucero o de viaje en alguna parte del mundo. Ha recorrido varias regiones del Pacífico y está por hacer un recorrido a Honduras.
“Trabajamos bastante y como dicen que uno no se puede llevar lo que tiene, preferimos disfrutarlo ahora que podemos”, comenta.
En Metro espera un retiro feliz y quizá llegar a ser directora en algunos años.
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