¿Se podrá lograr la movilidad sostenible a nivel mundial?

El diario El País publicó hace unos días un interesante artículo sobre un tema que preocupa a millones: la movilidad sostenible a nivel global. El reto es mayúsculo si se considera quepara el 2030, el Banco Mundial estima que el 60% de la población del planeta vivirá en las ciudades. Esto no solo implica más demanda de viviendas, sino también un incremento del parque automotor en sus calles. En el caso de América Latina, ya ocho de cada 10 de sus habitantes viven en ciudades.

Estos datos representan uno de los más importantes desafíos para el medio ambiente y para las sociedades. La cuestión que surge es ¿Cómo hacer para que las personas y los bienes se transporten de forma sostenible?

El transporte sostenible en las ciudades implica buscar soluciones relacionadas a mejorar las redes del transporte público, promover el uso de la bicicleta e incluso caminar; es decir, trasladarse de una forma que tenga un impacto menos negativo en el medio ambiente. En resumen, dejar en casa el automóvil y moverse en medios más “ecoamigables”.

Esto suena lógico, pero en Latinoamérica existe otro problema: son justamente los más pobres los que no tienen auto y contaminan menos, pero a la vez, al vivir en la periferia, tienen mayores necesidades de un transporte rápido, seguro y económico para ir a trabajar o a estudiar.

De acuerdo al último reporte del Banco Mundial Global Mobility Report (Informe sobre la movilidad mundial), (i), no hemos logrado movernos en la dirección correcta. La demanda de transporte aún se cubre sin tomar en cuenta las necesidades de las generaciones futuras.

El informe explica que conquistar la movilidad sostenible implica alcanzar cuatro objetivos de forma simultánea: acceso universal, eficiencia, seguridad y la movilidad ecológica.

 Para lograrlo, todos debemos involucrarnos.

Los costos que conlleva el aumento del transporte como actualmente lo concebimos son muy altos en términos de exclusión social, accidentes, ineficiencia y contaminación. El concepto actual de movilidad contribuye a la desigualdad en el acceso a oportunidades sociales y económicas, causa muertes por accidentes de tráfico y promueve el alto consumo de combustibles fósiles, que a su vez dañan el medio ambiente debido a las grandes cantidades de emisiones de CO2.

Por ejemplo, todos los años mueren casi 1,3 millones de personas en las carreteras del mundo y decenas de millones resultan gravemente heridas. Los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 29 años.

Además, el sector transporte emite el 23% de todos los gases de efecto invernadero relacionados con la energía, y las emisiones de dióxido de carbono que genera podrían aumentar un 40 % para 2040.

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