El titular de la nota resume la historia. Los defensores de las aplicaciones de navegación dicen que, en teoría, distribuir el tráfico debería acelerar las cosas, demostrando así que los proponentes de las aplicaciones de navegación deben: A) habitar en un planeta diferente al tuyo, o; B) tal vez recolectando dinero de aquellos que hacen aplicaciones de navegación.

El problema, por supuesto, es que desviar el tráfico de las calles congestionadas a los barrios residenciales no parece ayudar mucho. Muchas calles residenciales tienen límites de velocidad más bajos (aunque se ignoran) y muchas señales de alto. Y los automovilistas generalmente tienen que encontrar el camino de regreso a las arterias más grandes para llegar a sus destinos.

Nuestra experiencia limitada con Waze es que prefiere los atajos de los vecindarios y, a menudo, no ahorra mucho tiempo. Creemos que esta es una historia madura para investigar por periodistas locales: cómo se determinan las rutas, qué pueden hacer las ciudades al respecto, las calles impactadas por más tráfico, etc.

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