Voces de Pasajeros: Daniel Carpio prefiere Metro que conducir su vehículo

Fotos: Marilú Meza

En pocas palabras, Daniel Carpio prefiere mil veces andar en Metro que conducir su automóvil por la ciudad, sobre todo por lo escaso y lo costoso de los estacionamientos y no se diga el tráfico.

Carpio es empleado de dos restaurantes de Culver City y viaja diariamente en transporte público de Lincoln Heights a sus trabajos. Ya lleva así más de 3 años.

Cuenta que al inicio comenzó a conducir su auto, pero se desesperaba por el tráfico de la ciudad.

“Me parecía que nunca llegaba y eso no es todo, conseguir estacionamiento es muy difícil y si lo consigues sale muy caro”, platica Daniel.

Hasta que un día le robaron su vehículo y fue cuando comenzó a usar los trenes de Metro.  Ahora dice que no cambia el transporte público para ir su trabajo por nada del mundo, aunque ya compró otro coche que usa para viajar a otros destinos.

Su jornada laboral comienza alrededor de las 7:30 de la mañana, aunque su hora de registrar tarjeta es a las 9 de la mañana.  Para llegar toma tres trenes. En Pasadena Ave. Station se sube a Metro Gold Line rumbo a Union Station, donde transborda a Metro Red o Purple Line para bajarse en 7th St/ Metro Center Station. Ahí se sube a Expo Line que lo lleva hasta Culver City.

“Es un restaurante de comida americana. Ahí hago de todo. A veces ayudo en la cocina, limpio o hago reparaciones. De lo que se ofrezca”, comenta Carpio.

En ese lugar trabaja pasadas las 3 de la tarde y luego cruza la calle a su segundo trabajo, un restaurante italiano, que queda a dos cuadras de la estación del Metro que lo trae de regreso a casa. Ahí comienza a las cuatro y sale a las 11 de la noche.

“Lo bueno es que me queda cerquita, como a dos cuadras de la parada del Metro que se llama Culver City Station”, explica.

Daniel dice que no se quiebra mucho la cabeza pensando que calles tienen menos tráfico a la hora que tiene que partir a su trabajo, en Metro se la pasa bien y casi siempre va a acompañado de su bicicleta y su música que escucha a través de unos audífonos.

“Me gusta mucho viajar en Metro. Aunque tengo carro a veces me voy hasta Long Beach a pasear y a distraerme un rato”, cuenta.

Añade que no tiene que gastar gasolina, buscar y pagar estacionamiento y sobre todo pasar aglomeraciones de carros pues los 100 dólares que paga al mes en pases semanales son suficientes para trasladarse a todos lados.

“Cien por ciento llego mucho más rápido en Metro que en carro, aunque a veces hay problemas mecánicos, pero es raro”, dice.

“Para mí el servicio está muy bien. Lo único es que hay mucha gente durmiendo y ocupando los asientos solo para pasar el rato. Es gente que no trabaja. Solo deberían de tener más cuidado con ellos”, agrega.