Voces de Pasajeros: Gloria Ríos y su recorrido en Metro para sus citas médicas

Fotos: Marilú Meza

La vida de Gloria Ríos no era perfecta, pero era buena.  Tenía un trabajo estable y podía considerarse que vivía bien y, sobre todo, tenía salud. Así vivió por mucho tiempo hasta que un día se lastimó en el trabajo y su vida cambió por completo. La señora se cayó y se dañó el hueso de la mano derecha.

“Me tropecé… me caí muy feo.  Me pusieron prótesis de hueso en mi mano”, comenta la pasajera. “No puedo trabajar porque me dieron discapacidad temporalmente”, agrega.

Eso ocurrió en el 2011 y desde entonces Ríos no ha podido recuperase por completo a pesar del proceso quirúrgico.  Cuenta que lo peor son los fuertes dolores que sufre.

Ríos trabajaba en una clínica como asistente médico. Desde el año 2000 tomaba el autobús diariamente rumbo a su trabajo, ahora lo toma para ir al doctor, ya sea en el centro angelino o hasta el condado de Orange.

“Es como si fuera a Disneylandia”, platica.

Para llegar a las 9 de la mañana, la señora utiliza la línea 71, que aborda a las 6AM en la parada de las calles Wabash y Stone en Boyle Heights. Se baja en el centro angelino y transborda a la línea 460 que va rumbo a Disneyland y se baja en la parada de las calles Valle View y Alondra.

Ese es su recorrido varias veces al mes. En otras ocasiones utiliza Metro Gold Line hacia el centro angelino, donde también visita a otros médicos.

Gloría es de Zamora, Michoacán. Llegó a California buscando una vida mejor ya hace más de 20 años y pudo lograrlo hasta que se lastimó.

“La situación es muy difícil en Michoacán porque tiene uno que trabajar muy duro para ganar poco dinero. Yo buscaba un futuro mejor para mí y para mis hijos”, platica.

De inmediato se puso a estudiar. Por un año y medio fue a la escuela y su modo de desplazarse por la ciudad fue el transporte público.

Siempre fue parte de la población económicamente activa y esta tragedia vino a detener sus planes de superación.

“Fue un cambio total. Me afectó un 100 por ciento porque no tengo trabajo y no recibo ayuda del seguro de Workes Comp porque era temporal. Lo peor es que sigo con el problema”, explica.

Gloria nunca ha conducido un auto. Su método de transporte siempre ha sido el autobús. Dice que se siente “más segura en el autobús”.

De Metro no tiene quejas. Dice que el servicio le parece muy bueno. Solo tiene comentarios sobre Metro Blue Line.

“El que va para Long Beach… ese no me gusta por tanta persona que se sube drogada, pero aaah”, dice.

“A veces llevo a mis nietos al acuario y todo el camino es navegar con todo ese tipo de personas”, agrega.

Gloria pertenece a los pasajeros que pagan en efectivo en Metro. Dice que le conviene más pagar 7 dólares del pase diario cuando tiene que ir hasta La Mirada a ver a su médico.

“Cuando voy local sé que son dos horas las que te dan de servicio para viajar y puedo subir a todos los autobuses en ese lapso.  Eso me funciona muy bien”, comenta.