Latinos en Metro: César Salas se especializa en el aire acondicionado de los autobuses

Fotos: Maria Meza

César Salas tiene dos décadas trabajando en Metro como mecánico. Su labor principal es arreglar los autobuses descompuestos y ponerlos a funcionar al 100 por ciento para que regresen a las calles lo más pronto posible.

Salas se las sabe de todas a todas en cuestión de autobuses. Arregla cualquier desperfecto mecánico que los vehículos tengan, pero se especializa en el sistema de aire acondicionado.

“Esa es mi especialidad, pero cuando alguien falta y necesitan una mano en otro departamento me ponen en ese lugar”, comenta Salas.

César comenzó a trabajar en Metro en 1988 en la división 15 y desde el 2002 labora en la división 18 en Carson. Le gustaba mucho su trabajo en la 15, pero tenía que conducir 40 millas diariamente para llegar hasta el Valle de San Fernando y por eso pidió su cambio.

“Era muy largo el trayecto y yo vivo en Bellflower”, dice el mecánico que por lo general siempre está ocupado ya que las fallas más frecuentes de los autobuses están relacionadas con el aire acondicionado.

Su experiencia en autobuses la obtuvo durante los dos años que laboró para Foothill Transit mientras que sus credenciales de automotriz y diésel las recibió tras estudiar en el Universal Technical Institute en Arizona.

Lo que a César le gusta más de su trabajo es la variedad de labores que le tocan hacer. Aunque su fuerte es el aire acondicionado, también labora en inspección, en el patio de mantenimiento y a veces lo envían a las calles a recoger camiones descompuestos.

“Me gusta también cuando trabajamos en equipo. Hay trabajo que requiere a dos personas y es ahí donde yo entro”, explica.

Para Salas su trabajo es muy importante y siempre tiene en mente que su labor es un granito de arena que necesita la empresa para seguir moviendo a la comunidad de Los Ángeles.

“Hay mucha gente que usa el transporte, estudiantes que toman sus autobuses en las mañanas y llegan a tiempo.  Soy parte de eso”, dice.

Las raíces de César Salas son mexicanas.  Su padre nació en Durango y su madre en Mexicali. Ambos inmigraron a Estados Unidos por su lado, pero se conocieron en Los Ángeles, donde se casaron y nació César.

Su amor por la mecánica lo heredó de su padre, quien también fue mecánico. En su vida personal Salas es un hombre muy familiar. Trabaja de 6AM a 2:30PM y el resto de la tarde se lo dedica completamente a sus 3 hijos.

“Depende a cuál le toca, los llevo, ya sea a la práctica de béisbol o a la práctica de mi hija menor, quien está en el coro de la escuela”, platica.

En las vacaciones, la familia Salas viaja. Le gusta visitar a la familia de su esposa que reside en Chihuahua. Aquí en la ciudad, su hobby son los deportes. Juega béisbol, nada y escala montañas. Otra de sus pasiones es coleccionar monedas antiguas de México y Estados Unidos.

En su trabajo, por el momento, Salas está muy contento con el puesto que tiene, pero tiene sueños y uno de ellos es ser supervisor algún día.