Un reciente artículo del Washington Post se refiere al problema de las personas que eligen suicidarse arrojándose a las vías del tren y a los que las cruzan de manera ilegal y mueren por la misma causa, aunque no era su intención quitarse la vida.
Ambos problemas se consideran casi intratables. El artículo concluye con este punto convincente:
El estudio 2014 de la FRA distingue entre aquellos que invaden las líneas ferroviarias y aquellos que planean quitarse la vida.
“Reducir el número total de personas que intentan suicidarse por todos los medios probablemente resultará en una disminución de los suicidios en los derechos de vía de los trenes”, dice el estudio.
Aquí, el enlace a la nota completa:
‘Suicide by train’ is in decline, but deaths of people who trespassed on railroad tracks increased in 2017(Washington Post)
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