Sólo faltó salir del establecimiento de tortas y ver que no hay el smog que destilan los autobuses de la Ruta 100, ni las grandes aglomeraciones que se forman en las afueras de las estaciones del Metro con los establecimientos de comida, para saberse que uno no está en el D.F. sino en el negocio de comida, Súper Torta #1 en la ciudad de Paramount.
El negocio que vende decenas de tortas a diario, uno de los antojitos más típicos de la comida mexicana, está ubicado en la esquina de las avenidas Rosecrans y Paramount, donde la Línea 125 de los autobuses de Metro lo dejan casi en la entrada.
Mientras leía y analizaba el menú que incluía tamales de elote estilo Sinaloa y tacos dorados de papa por sólo 4.95 dólares la orden, alcance a ver como una dama, bien vestida con tacón alto, saco y bolso, estiraba la mano para alcanzar su torta.
“Y las otras dos me las envuelve para llevar”, expresó al cajero la joven, quien parecía estar lista para ir a trabajar, pero no sin antes desayunarse una deliciosa torta de Lomo de Cerdo.
Un poco sería, pero sin poder contener el gesto de satisfacción de ver su torta lista y a unos segundos de probarla, a la joven de unos 30 años ya se le estaba haciendo agua la boca, ya que el cajero se estaba tomando su tiempo para darle su cambio.
Una vez, con su torta y cambio en mano, se dirigió a sentarse a una de las mesas más esquinadas del restaurante, como tratando de ocultarse de todos los comensales para que no la vieran como disfrutaba de sus alimentos.
Tiempo seguido y disimuladamente, la joven volteo a la derecha, y luego a la izquierda y cuando vio que nadie la observaba, tomo la mitad de la torta con dos manos y pácatelas . Prácticamente un cuarto de telera había desaparecido en forma instantánea.
En ese momento la compostura, los modales y la buena educación se habían perdido, ya daba igual que la vieran o no, mientras ella disfrutaba de su torta. La bolsa ya estaba en la otra esquina de la mesa y los chiles jalapeños ya habían hecho estragos en su paladar, obligándola a darle un sorbo al agua de jamaica que había pedido.
Como vio que el agua no le quito lo picante, y sin perder de vista su torta, la joven busco el salero y ya sin más pretensiones, llevó sal a su boca con su mano izquierda para quitarse lo enchilado.
Por más que quería disimular no podía quitarle los ojos de encima a la joven, quien parecía haber roto todas las reglas de modalidad, simplemente para comerse su torta.
Mientras, seguía paso a paso su accionar, el tortero me tocó la mesa con una moneda para ganar mí atención. “joven, acá está su torta, se la envuelvo o la quiere para comer aquí?”, me preguntó.
Una vez que le di la primera mordida a mi torta pude entender por qué la dama se olvidó de cualquier postura social al ver que el queso oaxaqueño se desborda con el tocino sobre el lomo de cerdo, que van acompañados de rajitas de aguacate, cebolla y jitomate, combinado con los frijoles refritos en la mitad de una telera y mayonesa en la otra. Inmediatamente la torta me transportó a mi infancia cuando saliendo de la escuela y si me había sobrado unos cuantos pesos, pasaba por mi torta con ‘el paisa’ afuera del metro.
En el menú, también están disponibles las tortas de milanesa, las indiscutibles tortas de jamón, las de carne asada, de chorizo, carne deshebrada, queso panela o las más solicitadas: las cubanas, las ahogadas, diablas y napolitanas.
Súper Tortas #1 se encuentra ubicado en el 14146 de la avenida Paramount, en la ciudad con el mismo nombre y puede hablar para ordenar sus tortas al (562) 630-0661. O sí lo prefiere, tome el autobús de la Líenea 125 que viaja sobre la avenida Rosecrans y bájese en la mera esquina de la avenida Paramount, ahí a unos pasos encontrará una torta que lo hará recordar su tierra.
Categories: Buen provecho