Un comité de la Asamblea estatal empezó a considerar hoy un proyecto de ley que le permitiría a Metro someter a votación nuevas tarifas para la gasolina que requerirían para su aprobación una mayoría simple, en lugar de dos tercios. Las ganancias se usarían para financiar obras de transporte público que aliviarían la congestión del tráfico, así como para construir autopistas de cuota y mejorar caminos y puentes.
El proyecto de ley, presentado por el presidente interino del Senado, Darrell Steinberg (demócrata por Sacramento) permitiría a las organizaciones de transporte y planificación local imponer un impuesto a la gasolina si los votantes aprueban las tarifas. Éstas estarían en vigor por 30 años. A los dueños de autos eléctricos se les impondría el cargo correspondiente a la hora de registrar su vehículo.
En noviembre de 2010 los votantes aprobaron la Proposición 26 que obligaba a los gobiernos estatales y locales a empezar a implementar los impuestos a la gasolina. Para evaluar las nuevas tarifas se requería la aprobación de las dos terceras partes de los votantes.
Sin embargo, la ley ofrecía excepciones a las nuevas tarifas con el fin de beneficiar específicamente a quienes las pagaban. Los proponentes del proyecto SB 791 argumentan que las cuotas contra la congestión del tráfico cumplen con ese criterio porque benefician a quienes pagan las nuevas tarifas, que son los conductores.
En 2008, más de dos terceras partes de los votantes del condado de Los Ángeles aprobaron la Medida R, que es un incremento de medio centavo a los impuestos de las ventas para financiar 12 grandes proyectos de transporte, entre ellos un tren subterráneo hacia Westwood y extensiones al tren ligero de la Gold Line (Línea Dorada) al Valle de San Gabriel.
El director ejecutivo de Move L.A. y ex alcalde de Santa Mónica, Denny Zane, dijo que fue un milagro que la Medida R pasara con dos tercios de los votos en medio de una recesión económica. “Pero no podemos dependen solamente de milagros si vamos a hacer lo que se necesita para que nuestros sistemas de transporte estén saludables y fuertes”, dijo Zane. “Este proyecto de ley nos da la oportunidad para implementar estrategias para reducir la congestión del tráfico que pueden ser aprobadas por una simple mayoría”.
Sin embargo, la Asociación de Contribuyentes de California, que patrocinó la Proposición 26, dijo que el proyecto de ley de Steinberg no puede ser considerado una excepción. “El proyecto es simplemente un impuesto a la gasolina”, dijo el vocero David Kline.
Kline agregó que el proyecto de Steinberg violaría una provisión de la Proposición 26 que requiere que los beneficios de nuevas tarifas sean sólo para quienes las pagan y no para otros. En ese sentido dijo que los propietarios de una compañía que envía o recibe productos se beneficiaría de esta medida, pero no necesariamente pagaría por ella.
La tarifa contra la congestión violaría también la Proposiciión 218 que require que dos terceras partes de los votantes aprueben impuestos para uso especial, dijo Kline. Añadió que si el proyecto fuese aprobado, probablemente sería desafiado en los tribunales por la Asociación de Contribuyentes de California.
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