Piden mejorar la Línea Naranja antes de convertirla en tren

En un reciente artículo publicado en el LAT, Juan Matute — el director asociado de estudios de transporte en UCLA — escribe que la Línea Naranja es una forma muy efectiva de transportar a la gente y que tendría sentido mejorarla antes de convertirla en un tren. Esto es lo que textualmente dice:

La mejora más urgente es acelerar los recorridos mediante la reducción del tiempo de espera en las intersecciones con semáforos. La Línea Naranja cubre 18 millas en alrededor de 56 minutos a una velocidad similar a la de la Línea Expo. Los llamados para acelerar los recorridos en la Línea Expo mediante la reducción del tiempo de espera en las intersecciones con semáforos no deben ser exclusivos para los trenes. El dar a los autobuses de la Línea Naranja la prioridad en los semáforos permitiría a Metro aumentar la frecuencia del servicio, aliviar las aglomeraciones e incrementar el volumen de pasajeros diarios.

Las barreras para dar prioridad al transporte público en los semáforos son ahora enteramente políticas porque el estado ha eliminado los procedimientos de revisión ambiental que ignoraban a los pasajeros de transporte público.  Nuestros políticos simplemente han decidido reducir el tiempo de los recorridos para miles de pasajeros agregando tiempo de espera a los vehículos en los cruces.

La medida electoral de Metro para incrementar los impuestos a las ventas agregaría $286 millones de fondos para los desniveles en la Línea Naranja que se terminaría entre 2025-27 y ayudarían a financiar una conversión a un tren ligero para 2057-59. Más información sobre la medida electoral aquí.

El pasado diciembre se dio a conocer un estudio encargado por Metro que mostró que la Línea Naranja probablemente podría ahorrar varios minutos en su recorrido por el Valle si de manera segura se aumentaba la velocidad en algunas intersecciones. A principios de este año se hicieron algunas pruebas y éstas continúan. En lo que respecta a la prioridad en las señales de tráfico, esto requerirá del trabajo conjunto de Metro y la ciudad de Los Ángeles.

Aquí, el enlace a la nota completa: Don’t change the Orange Line to rail — improve it first (LAT)