Como muchas otras grandes ciudades del mundo, Madrid, la capital española, está en busca de soluciones que reduzcan los problemas derivados del excesivo uso del automóvil privado, como son los embotellamientos y la contaminación del aire.
Una reciente nota publicada en el diario El País, indica que el Ayuntamiento de Madrid explora nuevos modelos de transporte. La ampliación de las áreas de prioridad residencial (la de Ópera ha sido la última activada), la remodelación de Chueca o el fomento de otros modos de moverse (bicicletas públicas, coches eléctricos de alquiler) son ejemplo de ello. Para sondear ideas ha organizado unas jornadas que relacionan movilidad sostenible y espacio público. “Hay que enfocar la movilidad desde el punto de vista de las personas. Hay que empezar a pensar con los pies”, reclama Josu Benaito, director de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Sebastián.
El ingeniero Samir Awad, que realizó su tesis en la Universidad Politécnica sobre geografía del transporte, explica que “ha habido un cambio de visión a nivel global, y la clave ha sido entender que el transporte afecta de manera dramática en el territorio”.
El modelo de ciudad actual se consolidó en los años ochenta y noventa, cuando las calles se diseñaron pensando casi exclusivamente en un elemento: los automóviles. “Cuando se hablaba de movilidad, se reducía al tráfico. No se pensaba en los peatones ni en las bicicletas. Las ciudades se convirtieron así en lugares de paso, no en espacios de encuentro”, explica Juan Merallo, activista de Conbici (Coordinadora Nacional de la Bicicleta). “A finales de los noventa empezó un movimiento ciudadano reivindicativo que pedía romper con eso: no se puede dedicar el 80% del presupuesto y del espacio urbano al 30% de los ciudadanos, que son los que van en coche”, añade.
Aquí, el enlace a la nota completa:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/05/22/madrid/1463910956_721664.html
Categories: Noticias de Transporte