¿Debería ser gratis el transporte público?

Un artículo publicado por Fast Company argumenta que si el transporte público fuera gratuito  habría un aumento significativo en los abordajes, pero agrega que éstos se incrementarían de manera más significativa si se diera un mejor servicio.

Según el artículo, en Nueva York, aunque las tarifas gratuitas no están en la mesa de discusiones, sí se están considerando tarifas más económicas para los residentes de bajos ingresos. El alcalde ha propuesto usar un “impuesto millonario” para pagar por  pases de transporte baratos para aquellos que no pueden pagar boletos regulares. También se ha considerado el pago de una tarifa por el uso del auto en horas de gran congestionamiento que, si tiene éxito, también podría ayudar a financiar tarifas más bajas para aquellos que más lo necesitan, al tiempo que se mejoran los sistemas de metro y autobús necesarios para animar a aquellos con mayores ingresos a viajar.

Y agrega que, a  medida que los vehículos que hacen escala se vuelven más comunes, y si su costo disminuye drásticamente cuando la tecnología de conducción autónoma esté lista, es probable que el transporte público necesite mejorar, y volverse más barato, para competir. Un informe sugiere que tomar un Uber o Lyft eléctrico, autodirigido, pronto será más barato que tener un automóvil. Muchas ciudades, como Los Ángeles, están empezando a trabajar con proveedores que brindan asistencia para ayudar a cubrir las lagunas en sus sistemas, y es fácil imaginar que esos servicios se estén expandiendo.

Incluso si los automóviles son compartidos, eléctricos y de conducción autónoma, los subterráneos y los autobuses aún tienen ventajas, como mantener las carreteras menos congestionadas. Las ciudades necesitarán encontrar formas de hacer que esos servicios tradicionales sean competitivos, y eso eventualmente podría significar tarifas más bajas o incluso gratuitas. “Si todavía se requiere tránsito masivo debido a la congestión y el volumen, entonces es probable que los precios deban alentar a los usuarios a usarlo”, dice James Arbib, un inversor de riesgo con sede en Londres y uno de los coautores del informe sobre autos sin conductor.

Aquí, el enlace al artículo completo:

Should public transit be free? (Fast Company)